COMEDIA FAMOSA.
Num. Í2ff.
EL NEGRO MAS PRODIGIOSO-
de don JUAN Bautista diamante.
PERSONAS QUE HABLAN EN ELLA.
FllipO’
Álexandre.
San Isidoro.
Leopoldo.
Lidoro.
El Demonio.
Teodor».
Marcela.
Rufina.
Un Niño.
Un Angel.
Bandoleros.
Soldados.
Muéleos.
/
JORNADA PRIMERA.
M Dice dentro Filifo.
Uere , y contigo la voz,
que ser pudo impedimento
de mis designios. Dent. i. Ay tristel
muerto soy.
Sak Filifo con un puñal en la mano.
Til. Qué lisonjero
es a mi sangriento oido
este lastimoso acento !
Asi como tu nadára
todo el Egipcio soberbio
campo en el esmalte roxo
de que se muestra sediento !
Al pabellón de Alexandro
llegué , y el que está durmiendo
ts Alexandro , según
el informe con que vengo.
de haber lAia tienda de campaña , que
'e::ubre ¿ Filipo ',y aparre cese dentro Aie-
¡«niro recostado a un bajete , donde esta-
las insignias de General , como bastón
S armas , y un retrato pequeño de Teodo-
ra, que en alguna forma pueda verse.
Muere á mi mano : y tu noche,
SI aspiras al privilegio
■1“ que se llame hijo tuyo
atezado portento,
este h-
de
uno , que te consagra
tni corazón el Eiego,
tu silencio apadrina
- mi osadía el empeño.
1 ® hijo seré si me amparas,
^ Por rni será tu imperio
I ^ttido j y si ao me ayudas,
publicaré que debieron
estas tostadas cortezas
al sol sus esmaltes negros.
Eterno sueño sepulte
su vida ; pero qué veo 1
qué miro ! el bello retrato
de un soberano portento,
que fue á su descanso norte,
es remora á mis intentos ?
Angel si debe de ser,
porque no pudo en el suelo
caber cosa tan divina :
y no solo en eso pruebo
su divinidad , sino
. en que me causa respeto:
que lo sobrenatural,
aunque se ignore su precio,
tiene un valer , que se explica
con quien le conoce menos.
Para matarle , es forzoso
quitarle el retrato bello,
asi por lo que le ampara,
como por lo que le temo.
Oíiitale el retrato.
Desde el cielo de tus glorias
véa , pintura hermosa , al negro
tosco engarce de mi mano,
y que perdones , te ruego,
que á lamina tan divina
le dé marco tan grosero.
Cómo , Alexandro , no gimes ?
Mas es letargo , que sueño
el que te septúta , -pues
no se da ea ningua afecto,
que
Negro
♦ 4 US nadie despída al alma
sin señas de sentiixilento .
sin mi vov í^ucciando ^ quanto
mas le miro ; di , perfecto
simulacro , qué respeto
por ti me entgena tanto ?
Qué fuerza tiene tu encanto,
que quanio de libre argayo,
tan mal la razón construyo,
confundiendo el alvedrio,
que al querer hacerte mío,
me hace tu imperio ser tuyo .
Qué haré ( ay de mi!) que pr.vad»
jla de la razón, no encuentro,
ni el camino del valor,
ni la senda del consuelo ?
Si mato a Alexandro , cumplo
con lo que ofreció mi empeñoj
pero cómo , si le mato,
sabré cuyo es este bello
traslado , por quien adoro
la imposibilidad del dueño?
Si no le mato , me expongo
a que los que me eligieron,
irritados : : : pero a mi
me para ningún rezelo,
quar.do todo el mundo es leve
B-. atería , atomo pequeño,
para arder en la mas frágil
menor parte de mi fuego ?
Viva Alejandro , y con él
viva mi esperanza ; pero
porque no culpe de omiso
^adie mi valor , resuelvo
yo solo oponerme a todo
«1 Exercito soberbio
de los Egipcios , matando,
asombrando , y destruyendo
quasto á mi brazo se oponga;
mueran todos pues , excepto
Alexandro , que no debe
morir por ningún pretexto,
quien queda per mi esperanza
perdonado de mis zelos. Vast>
Besf.erta Alexandro.
Alex. Válgame el cielo , que rara
fantasía ! qué dé al sueno
poder la naturaleza
para fingir devaneos
tan aparentes , que estorben
a la quietud el sosiego S
mas prodigioso.
Que el corazón me arrancab*
la voracidad de un cuerva
soñaba , y que le decía
mi amoroso seatimientot
Dexame , tosco pirata,
a Teodora , porque meaos
te pese el robo que llevas,
y yo muera mas contento:
sueño en fin , componga hermoso
retrato pero qué es esto?
qué se hizo el dia? (ay-^de mi!)
Ola , quien entró aquí dentro?
Ola. Leywttx,
Dentro ruido ds batalk,
FU- Todos , infelices,
tendréis sepulcro en el sueño,
Dent. Arma , Egipcios.
Sale Gragea. Señer mió,
si no tomamos muy presto
las de Villa-Alexandna,
como las de Villa-Diego,
iremos muy brevemente
a ser negro de los negros.
Alex. De qué nace este tumulto .
Grag. De que solo en nn podenco
se soltó contra nosotros
la patrulla dei infierno.
Sale I. Señor , si no le socorres,
todo tu campo deshecho
verás a solo la furia
de una mano y de un acera,
Alex. Cobardes , cómo atreví os
asi perdéis el respeto
a mis oidos ? villanos,
quien os mata es yaeitro ísie
Tocan caxas. _
vuestra infamia quien os
Dent. Pues el sol se ha descuDisrt^
cerquemosle , y muera.
Dent. Ftl. Todos
sois pocos para mi aliento-
Alex. Qaé un solo baroaro S
esta osadía! el desprecio,
que ha hecho de mi_ valor,
castigará mi ardimiento»
de la piedad olvidado :
Todos al alojamiento
Etiope : Eglpcios^ míos,
mueran todos estos
Tocan y
Df.ít. Viva Egipto, ainiSO^''t Jp'
I
Ve Don Juan Bautista Diamante.
gj;oT>ia, compañeros.
.g Viva quien quisiere.
acomodarme,
, temo tanto á los negros,
mientras
busco por estos cerros
bebiendo muy bien vino,
teaffo al vino tanto miedo,
p't^de aqui estoy lindamente,
jeimos ahora si suceso;
acullá Alejandro hace
tiaa en todo negro ; pero
acá un negro , en todo blanco,
siega , y allí van huyendo
los negros desbaratados;
V esta es , á lo que entiendo,
ía vei primera que huyen
los galgos de los conejos;
mas cuenta con el alano;
bravo es para mondonguero!
lo que embafa de morcillas !
todos le huyen , y un mancebo,
poquito mas blanco que él,
le resiste osado y diestro;
pero ola , que hácia esta parte
le viene el mastín siguiendo:
alto , pues , señor Gragéa,
pues no hay aqui otro remedio,
hagamos la mortecina; Echase»
pido tierra ; este coleto
no le estreno yo , que ha mucho
se le ha vestido su miedo.
Salen el Demonio y Fihpo riñendo»
'il- Cómo , dirae , la osadía,
que al principio me mostraste,
joven extraño , olvidaste I
qué se hizo tu bizarría ?
pues al embestirme fiero,
en tal riesgo me pusiste,
que mas cuidado me diste,
que aquel Exercito entero.
Dem. Como pretendí mostrarte,
daado y quitando al furor,
fuerza , piedir.d y valor.
qué? Detn. Para obligarte:::
A qué? Da?n. A que ñieses testigo
_?or una y por otra acción.
. D
•Y
3ué ? Dsí71‘ J)e mi inclinación.
qué intentas ? Dem- Ser tu amigo.
Conocesme ? Dem- Como á mi.
Sufre que ts contradiga.
Y" tu súfreme que diga.
que algo que está oculto en ti,
y no solo algo ; Cautela, ap»
astucias contra esta sombra,
cuyo prodigio me asombra,
cuyo estrago me desvela.
Y no solo algo á mi ciencia
tanto se ha facilitado,
que quanto hayas pronunciad*
lo sabe mi inteligencia.
La natural magia sé,
que no hay piedra , planta, ni Sof,
que á mi estudioso primor
su secreto no le dé.
De estas altas luces bellas
el idioma sé callado,
como si fuera criado
entre las mismas estrellas.
Solo a lo que se imagina
inteligencia no* doy.
Grag- Mas que no sabe que estoy
haciendo la mortecina!
Fil. Ya que después de admirarte
te crea , qué quieres , di,
que te oygo fuera da m.i ?
Dem. Advertirte y ayudarte.
Fil. Ayudarme ? Dem. Quanto intentes
te hará fácil mi poder:
y si tu lo quieres ver,
a no haber inconvenientes,
te diera aquí testimonio;
pero hay quien oyga y quien vea.
Ffl- Quien , que cadáver no sea ?
Dem. Algún vivo.
Graq. Oyga el Demonio.
Fil.'^Vivo aqui ? Dem. Este hombre.
Grag. Tentóme.
Fil. Pues matale. Grag. Xlsted se tenga,
que tengo parte , y habrá
quien por mi muerte le prenda.
FU. Qué^ aguardas , cobarde? Grag. Yo
le confieso mi flaqueza. Vase»
Fil. Y'o no te puedo negar,
que mi admiración espera
tantos prodigios de ti,
cue aunque de cierta materia
averiguar me importaba
la noticia : Ay copia bella,
ouien supiera de tu dueño 1
pasmado , á la diligencia
falto que desea el alma.
Dem. Pues porque decirlo puedas
A n- co*
El Negro mas prodigioso.
eoti fundamento ( ea , astucias, )
oye estas tres advertencias.
Dircle la verdad antes,
porque la mentira crea
después , que asi se acreditan
comunmente mis cautelas.
Fil. Ya , quanto suspensa el alma,
los oidos las esperan.
Dem. La primera es , que un retrato,
cuya celestial belleza
avasalló tu alvedrio,
es de Teodora la bella,
hija de Leopoldo , á quien
merecieron las finezas
de Alezandro. FU. Merecieron?
qué dices ? Dem. Que merecieran
quise decir. Fil. Toda el alma
me costó tu inadvertencia.
Dem. Quanto'lo que dá el Demonio,
ignorantes , menos cuesta?
FU. Ya creerle es fuerza , pues
por una verdad comienza.
Dem. Lo que sobre esto te digo,
es , que para poder verla,
y para que yo te ayude
a la difícil empresa
de tu amor , no ts resistas
de Alesandro a la violencia,
que ya informado de ti,
en busca tuya se acerca
h este lugar j y aunque es cierto
que sin mi , por ti pudieras,
quanto, y mas conmigo, hacer
a su poder resistencia,
si a su esclavitud te escusas,
a tu ventura te niegas.
FU. Pues yo tengo de rendirme ?
Dem. Amas ? Fil. Sí.
Dem. Pues será fuerza.
Fil. No hay otro remedio? Dem. No»
FU. Examina bien tu ciencia.
Dem. No le hallo- Fil. No le hay en fin?
Dem. NI como posible sea.
FU. Pues si rindo mi alvedrio,
tenga mi valor paciencia,
y el no matar á Alexandro, -
fue acierto de mi fineza.
De m. Otra advertencia te falta,
pues sabe que es la tercera
la mas importante. FU. Díla.»
Dem. En qualquier paite que veas
á un Isidoro Eremita,
que la ignorancia venera
por Santo , en quien te
la adversidad de tu
una desdicha , has
de í]^ue te hable y te vea
porque sobre este peligro’
perderme á mi será fuerza
el dia que hables con él,
á Teodora , a tu tierna
estrella
adoración , y á tu vida,
porque todo en ello arriesgas.
FU. Pues di , no será mejor
matarle quando le vea?
Dem. £.50 , si te pareciere,
podrás hacer. F)i. Asi sea.
Dentí'o Alexandro.
Alex. Cercad toda la montaña,
que estim.aré mas su presa,
que la Victoria de tantos.
Dem. Ya tu ventura comienza.
FU. Como ? Dem. Como es AlexsnáB
este que eá tu busca' llega. '
FU. Qué en fin ser esclavo suyo
es mi dicha ? Dem. Si grangeas
de esa manera á Teodora,
no es dicha? Fil. Y la mas sapre»
Dem. Pues yo asi te la aseguro;
pero dime antes , qué piensas
de mi amistad , rni noticia,
y de mi naturaleza ?
FU. No canso el discurso en nada,
que mi esperanza no sea:
hazme dueño de Teodora,
y lo. que quisieres; sea.
Dem. Eres, mi amigo ? FU- Eso dudas;
Dem. Para quanto te acontezca,
llámame , y siempre estaré
á tu lado. Fil. Porque pueda, j
quando te haya menester, , |
tu nombre es razón que sepa*
Dem- Pues Estrangaro es mi
FU. Extrangero ? Dew. Y con tan |
verdad , que en todas partas
es forzoso que lo sea.
F il. No tienes patria ? Dem-
y no puedo entrar en ella-
perdife
De?it. Cerqueinosle , que aqai
esís»
FU. Pues , E.xtrangero , ya
Dem. Ya sabes lo oue has de me
que yo, porquerUQ
me vean,
De Don Juan Bautista Dia-nante.
J¡,s pafa después importa,
aparto de tu presencia.^
yg,¡e , y salen Soldados.
Riadete, negro. FU. Yo? 2. Sí.
% A quien "
Riñen.
. jío lo ves ? FU- No. 4. Piensa,
^'que si no lo haces , tu muerte
será á nuestras manos cierta,
r;/. Bueno será que estos prueben, «R.
que el rendirme no es por fuerza
¿e su amenaza , sino
de mi amante conveniencia.
Ea , blancos , si venís
á cautivarme , qué espera ^ r
vuestra osadía ? Aqui está
e! negro , que os amedrenta.
Todos. Muera el perro.
fi!. Pues , gallinas,
probad á que el perro muera.
I. Muerto soy ! 2. Ay i 4 ‘ Alexandro ,
Sale Alexanaro.
¿lex. Apartad todos. Qué piensas,
desesperado prodigio,
si ves tu muerte tan cerca ?
No le ofendáis. FU. Pues es fácil?
Sale el Bernonio , y habíale, al oido.
dern. Mira que á Teodora arriesgas»
FU. Esta voz es de Estrangero,
y dice bien. Alex. A qué esperas ,
FU. A rendirme á ti , Alezandroj
pero también á que sepas,
Arroja la espada.
que no eres tu quien me rinde.
Üer.Pues quien, sino yo? FU- Mi estrella.
Alex. Dime , pues , tu estrella , cómo ?
Fu. No imDOrta cue no lo sepas»
Akx. Marcha á Alinandria» Vano ay.-
de esta victoria me lleva
mas este triunfo , oue todos
quantos he ganado en ella. Vase.
Fu. Ea , amor , pues soy tu esclavo,
veamos como me premiasr
dos libertades me debes,
págame qualquiera de ellas.
Fase , y salen Rufina y Teodora
Muy mal te tratas , señora»^
Dex; me llorar , H-uñaa.-
hf. . rti pesar oue se adivina,
ao se- ha 'de sentir', Teodora'
Itdia , cue indiscreto eaceds:
razom , pues.
el sentidc»
daño , que no ha sucedido,
se entibia quando sucede:
guarda el dolor para el mal,
que ofende tu discreci-on.
Teod. Pues qué amante corazón
no es en desdichas leal ?
Para el premio de mr mano
pasó Alexandro á Etiopia,
y en la generosa copia
de sus aplausos , no en vano
el de S'u victoria espero;
aguardóle vencedor,
y esta dicha de mi amor
es la pena de que muero.
Ruf. No te entiendo. Teoi. Yo sí , pues
ignorarse mi pasión,
y verse la inclinación
de mi hermana , mi mal es.
Ruf. Quierete Alexandro á ti?
Teod. El dice que sí. Rufi, Y Marcela
lo sabe ? Teod. Aunque se desvela,
nunca lo supo de mi,
pues nuestro amoroso trato
de todos le recate,
y solo se le fié'
á él , á ti , ya mi recato.
Rufi. El no partió en confianza
de ser tu esposo ? Teod. Eso dixo-i,
Ruf. Pues de eso el logro colijo
de tu segura esperanza,
pues aunque tu padre tuerza
lo justo , y lo dé á tu hermana,
con dós testigos mañana
le probaremos la fuerza»
Teod. Donayre haces de mis males ?
Rufi. Pues remedio han de tener.
Dent. tod. El que ha- sabido vencer,.
viva siglos inmortales.
Teod. Qué es esto ? Sale Flaroelg^
Fiare. Esto es celebrar
al Capitán- valeroso,
que de Etiopia vict-orioso'
la espada le agobia al mar.
Esto , hermana , que llegandCj,
para, la' ventura mía,,
la playa de Álaxandria'
viene Alexandro tomandb»-
Esto , que si- diai llegó-
feliz» Teo'L- No , sino aleve»
Ruf- Esto-,- el diablo- que la ileves.
Teod.. Y esto , (.ay de mil} mcrir ^
I
El Negro
Narc^ Pienso que no has celebrado
nada de lo que h.as oidoj
de qué te has entristecido ?
Teod. De lo que te has alegrado.
Marc. Dime , hermana , lo que sientes
Tsoi’ Hallóme fuera de mi
un extraño frenesí
de penosos accidentes,
y asi estaba divertida
quando llegaste. Marc. Si yo
puedo ser tu alivio::; Teod. No,
que antes me quitas la vida.
Ruf. Explicale tu querella.
Teod. Y cómo he de esperar , di,
que haga Marcela por mi
lo que yo no haré por ella ?
Marc. No sé que cuidado siento;
mas qué debo rezelar,
si mi padre ha de - legrar,
como me ha dicho , mi intento ?
Salen Leopoldo é Isidoro.
Leop. Hijas, ya Alexandro llega
de los negros victorioso,
y ya el premio venturoso
le acerca su dicha ciega:
de hoy mas mi fe será en quanto,
Justo Isidoro , te oyere;
a ser testigo veniste
de tu pronostico , alegre
las gracias te doy. Isid. No a mí
»e des lo que á Dios se debe,
íil pienses que me ha traído
de mi solitario albergue
la razón que presumiste,
pues m.e trae la de ver este
prodigio , con quien el ciclo
•tan raro cuidado tiene,
que me ha hecho especularle,
primero que conocerle. Tot
Leep. Ya desembarca rilexandro.
Teod. Porque mi temer comience.
Marc. Porque crezca mi esperanza.
Isid. Y porque mi asombro empiece.
Leop. Salgamos á recibirle.
Teod. Ya lo hace , señor , alegre
el Pueblo de Alexandría.
Leop. Pues aguardemos que llegue.
Tocan a marchar ,y salen Alexandro ,
Upo, Solda.ios , Gragéa y Músicos.
M'as. El valeroso Alexandro
en hora dichosa llegue,
mOs prodigioso.
donde sus nobles victorias
corone amor de laureles.
Leop. Llegue en hora venturosa
y los aplausos celebren '
. del Capitán valeroso
ecos marciales y alegres. •
Aleí!. Quien llega a tus pies , Leopold»
famoso , bien es que llegue
feliz. Leop. Porque en mis brazos
sus justos premios comience.
Alex. Ay Teodora ! Teod. Ay Alexandro!
Marc. Ay esperanza ! Fil. Ay suerte '
dichosa ! ay esclavitud I
venturosa tu mil veces,
pues a vista de Teodora,
no hay libertad que deseesí
bella es su copia divina;
mas tiranos los pinceles,
a sus primores hurtaron
la perfección descorteses:
yo me abraso en su hermosura,
mas qué mucho (ay pena alegre!)
si me rindieron sus obras,
que sus luces me encendiesen?
Grag. Ya, mana Francica , acá
venimo. Fil. Y qué que viniese?
Grag. Que estamo yo acá tambiea
á servicio de usancele,
sido neglo. Fií. Señor blanco,
porque después no se queje,
le prevengo , que no gusto
de bufones de esa suerte;
con otros picaros hable
como él, que si se atreve
á burlar segunda, vez,
p©r vida de ; ; : que le estríll*
contra la pared del cielo.
Gran. Oyra el diablo del perrea^
Leop. Habla a Alexandro , Marcela,
porque sus dichas aumente
en la ventura que aguarda: ^
Teodora , en qué te susped'^
Marc. Ya , señor , por mi i® '
mis afectos , que enmudecen
los labios , quando se pasan
los afectos á eloquentes. ¡
Leop. Bien Marcela su pasión
nian'fiesta, y bien la ®
mi cariño preferir
á Teodora. Alex- Qué acc-
causará callar Teodora ^ j
•an,
Fi-
De Don Juan Bautista Diamante
u.ráe . V hablar alegre
flarcela al verme ? ( ay_ de mi ! )
Q lo que el alma pieasa .
Cómo , señora , calíais,
fluando victorioso vuelve _
Lien por un premio glonoso
Leo del ’-aar las corrientes í
T lastros pies : : : Teod. Ay de mi 1
Mino agradícer no debe
ja partic-ilar comunes
beneficios , quien entiende,
que en particular hay quiea
los logra , y los agradece.
Qué es esto ! Laop- Resuelto ya CJ>.
a que Marcela le premie
qon su mano , embarazar
el afecto es conveniente,
que mal explica Teodora,
pues que le ha callado siempre.
Alexandro , el prometido
premio seguro le tienes,
y hoy le has de lograr ; pero antes,
porque apadrinados queden
servicios y galardones,
escuchar de ti pretende
mi obligación los motivos
del premio que se te debe.
Fíl. Qué me mirará aquel hombre, flp.
ous de vista no me pierde ?
huí Este negro es el prodigio «p.
á que el cielo me previene.
¿ls:c.'Llagv..é, por no cansarte, donde viendo
que el tributo negaban atrevidos
los negros , la victoria previniendo,
antes que osados , los hailé venc.dos,
asolando , talando y destruyendo,
convertí sus corages en gemidos;
y en ñn vencí , siendo á la memoria^
honor para el Solían , para ti gloria.
De barbaros trofeos esas naves
traygo cargadas al Soltan glorioso,
pactado el feudo de muchos negros gra-
ves,
sin el vulgo de aromas oloroso,
q ha de pagar cada año en brutos y aves,
que un tributo compOiien poderoso;
y este negro te traygo , sin segundo,
de quien es poco premio todo el mundo,
íeop. Prevenga Egipto y el mundo
prein'os a tu justa glcria,
suüqiis ? £¿iie vZi victoria
tan grande , por sin s*gundo
tengas el fácil laurel
de un negro. Alex. Foco le alabo,
pues veo en el mundo esclavo,
quien puede ser dueño del.
Fií. Y aun asi no se atreviera
á verme , ni ¡o peasára
el mundo , si imaginara,
que sin gusto mió fuera;
y á no, ser yo quien se di»
á la esclavitud gustoso,
ni Alexandro victorioso
viniera , ni esclavo yo.
ieop. Pues quien eres ? F/7. Un horroi^
que señaló la fortuna,
un eclipse de la luna,
y un animado carbón,
un negro en resolución;
pero de tanto ardimiento,
de tan generoso aliento,
que nada de mi dudaras,
Leopoldo , si me escucháras.-
Leop. Pues di , que ya estoy atento.
Fil. Mi padre , pues otro ignoro,
fue el Nüo , hundosa muralla,
que siete bombas de nieve
por siete bocas dispara:
Reyno de siete Provincias,
monstruosa hidra de plata,
que de un cuerpo cristalino
produce siete gargantas.
El primer albor de un día,
que amaneció con luz clara,
á descubrir un prodigio
me enseñó sobre la espalda
inconstante de sus olas,
que sirviéndome de basas
€r 3 .ri misteriosas cunasj
unas íirraes , y otras vagas,
las unas me suspendían,
y las otras rae arrullaban»
Viórae el sol en transportlnes
de nieve para ser mancha
del cristal, ó extraño espejo,
con impropiedad tan rara,
como ser la luna negra,
V ser la moldura blanca.
Parto obscuro de la sombra
parecí entre espumas canas,
6 borren , que con estudio
la naturaleza varia,
átl
El Negro mas
del tintero de la noche
echó en el papel de! agua.
Asi me halló Consicurbo,
sabio negro , que en la playa
del Nilo, por conjeturas,
prevenido me esperaba.
Trasladóme desde el rio
k la piadosa morada
de sus brazos , y desde ellos
a la estancia solitaria
de un albergue , que bostezo
se juró de la montaña,
funesta boca por donde
luto el ayre respiraba:
portento fue , que las ondas
de mi vida no triunfaran^
pero fke poco portento
para Ibs que me esperaban,
pues an el puerto , que abrigo
quiso ser de mis borrascas,
sin alimento me vieron
las alevosas infancias
de quatro auroras , las iras
de Quatro noches tiranas,
liasta que a la quinta ( como
Consicurbo me contaba)
con roncos silvos , dió asunto
a su miedo y su esperanza
«na escamada serpiente,
que sacudiendo las alas
a la boca de su grata,
dió al suelo la tierna carga
de dos hijuelDS , y haciendo
nido de texidas ramas,
donde los desó albergados,
con demostraciones mansas
se llegó a mi , que ya casi,
el ultimo aliento daba;
V abrigándome amorosa,
con venenosa substancia
restituyó á vigor nuevo
mi vida desalentada.
Qii6 mucho que fuese asombro,
quien su primera crianza
debió i un asombro ? y qufi mucho,
que horrores exercitára,
quien su alimen-o horroroso
le debió k la desusada
pied id de un monstruo , y al xugo
de ponzoñosas entrañas (
JSo ya hombre racional.
prodigioso.
sierpe pasé de k
dando en ella de mi f^ria
demostraciones ingratas*
pues la primer sinrazón,
la primera aleve hazaña
de mi crueldad , fue dar muerta
a la que me alimentaba,
primero en el sentimiento
de mirar despedazadas
k mis manos ias reliquias '
de su descendencia amada,
y después al n’udo estrecho
de mis brazos su escamada -
garganta , pues oprimida
de las cuerdas animadas
de mis nervios , aunque mas
con bramidos se enroscaba,
mas con quejas se estendia,
mas con violencias lidiaba,
no se soltó de mis brazos,
hasta que a su fuerza rara
dió el postrer gemido , en muesta
de mi victoria tirana.
Llegué a joven desde infante,
con tanta soberbia , tanta
ambición de ser el solo
terror de aquellas comarcas,
que ageno de otro dominio,
pretendí que rae juraran
las fieras por Rey del monte;
y viendo que se escusabaa,
ó incapaces 6 soberbias,
a lo que mi voz mandaba,
desde el tigre , que de ruedas
negras su color esmalta;
desde el león , que primero
con la melena encrespada
barre el suelo , que le pisa •
desde el que escribe en sus astas
con naturales guarismos
ia cuenta de su edad larga,
hasta e! armiño' ignorante,
qL.e por defender la blanca
pureza de su vestido,
su’ propia blancura mancha,
sin perdonar la sangrienta,
ni pr.vilegiar la mansa,
triunfos de mi enojo eran
fieras huni.ides y bravas,
quantas en sangre se ceban,
y quantas en yerba pajtaa?
Be Don Juan Bautista Biamante.
„es de mi planta seguidas,
I ¿e mi valor postradas, '• v
^ humildes ó ya soberbias,
gia trono de mis plantas,
,, ninertas obedecían,
y que vivas rekusabaa.
pado yo á los esercicios
crueles , mientras - se daba
Cansicurbo á los estudios,
ie dos ' victorias» ufanas
JOS coronamos a un tiempo,
(iaadonos distintas causas,
i mi lo que pretendía, ,
y j él lo que averiguaba:
pues guiándome á la cumbre
4el monte , desde una parda
peía , que al mundo servia
de preeminente atalaya,
ne mostró confusamente,
respecto de la distancia,
dos Exercitos copiosos,
que uno hácia otro marchaba,
diciendome : Ya , Filipp,
(que asi Etiopia me llama)
legó el tiempo en que la vida
las de dexar solitaria,
con que el ocio te suspende
del aplauso que te llama :
Esclavo has de ser , Filipo;
J viendo que me asustaba,
prosiguió : Y luego has de ser
Capitán de muchas armas.
General de muchas huestes,
que asi el cielo lo declara:
E-ey , y mas que Rey serásj
y este- mas no sé- en que cayga,
P'aes el que llega á ser Rey,
to tiene que ser mas nada,
f^t-e ( me dixo ) á librar
* Etiopia , -que asaltada
de los furores de Egipto,
^^.-su defensa aguarda :
* Dios para siempre ; y luego
^Wiendose de una vasta
, se ocultó , dexando
las peñas las palabras',
acaa confitsion fuera esta,
^otro espíritu informára
_ Valor , pues confusiones
EOtiv-,
cosas extrañas;
fue estimulo noble.
y tan noble , que dexada
la confusión á una parte,
sin mas. afecto , que hidalga
sed de aplausos generosos,
volví á los montes la espalda,
los anuncios di al olvido,
y hallándome en la campaña,
de soldado aventurero
serví en la primer batalla,
que dió Egipto en Etiopia,
donde fueron mis hazañas
tan prodigiosas , tan muchas
las vidas de que triunfaba,
que parecía en mi brazo
fuerte el filo de mi espada
segur de animadas mieses,
ó portentosa guadaña,
que los odios de la muerte
contra los hombres vibraban.
A cantar foí la victoria,
quando volviendo la cara
a tropel de mucha gente,
y á rumor- de muchas armas,
vi en el suelo al bravo Rey
de Etiopia , y sin tardanza,
porque no la requerían,
ni su- riesgo , ni mi rabia,
rompiendo muros de acero,
me eché sobre, él , donde garza
parecí , que defendiendo
de los sangrientos piratas
del ayre el tierno polluelo,
vibrando una vez la garra,
otra ensangrentando el pico,
esgrimiendo otra las alas
en defensa del hijuelo,
herlzo de plumas pardas,
el cuello- encrespa y sacude,
a uno muerde , a otro amenaza
y despidiendo por flechas
la cenicienta celada
de pluma , que le corona,
sin .cuidar de sí , a la saña
del ñero neblí se ofrece
impaciente y desarmada.
Asi yo de mi alvedrio,
en defensa de mi Patria,
y de mi Rey en defensa,
hecho viviente murallá 6
de su nesgo , y recibiendo
las heridas que le daban,
B
El Negro mas
del peligro le saqué, , ,
manciiado de sangre tanta,
agena y propia , que todos,
al ver mi color , dudaban
si era teñido azabache,
o si era manchada grana.
Dexaron libre á Etiopia
ios Egipcios , y borrada
la cobarde ceremonia
del tributo , que pagaba,
por mi brazo , que del ocio
impaciente ya se hallaba:
viendo que enemigas huestes
a mis crueldades faltaoan,
en los pardos avecinos,
de la noche hijos y el alba,
pues su pálido color
adulterinos los llama,
hice tan sangriento estrago,
que dexára despoblada
su Provincia , a no volver
Alexandro con su armada
a Etiopia , pues las muertes,
que hice en ellos , fueron tantas,
que si numerar quisiera
su luultitud , me faltára
tiempo en los días de un año,
V de un siglo en las semanas.
Volvió Alexandro , y matarle
fue mi intento , y le lográra,
a no librarle de mi
una deidad soberana,
que interponiéndose hermosa v
entre su vida y mi saña,
la dexó por mi obediencia
de mi enojo reservada;
pero no dexo á los suyos,
pues como can , que la rabia
incita , en todo su campo
foe mi furia tan extraña,
que a no suspender mis iras
razón , que callar me manda,
venciera "fr Alexandro , pues
del cielo prevista estaba
su victoria , mas venciera
sin que nadie le ayudara.
Su esclavo, en fin, porque viese
la advertencia comenzada
de c*i¡.»cuírvo y esclavo,
por una divina causa
vió Etiopia y me vió Egipto,
prodigioso.
llorando ella ,« desgracia,
y cantando él su victoria
porque desde aqui notada
mi vida , hasta aqui sabida,
pase a ve» averiguado
las. profecías dichosas, .
pues ya vió las desgraciadas.
El negro soy prodigioso,
a quien las estrellas mandaa
una corona , y *un mas,
lo que el discurso ño alcanai;
el terror del mundo , el susto '
del día , el miedo del alba,
el pasmo de los mortales,
y el esclavo , que consagta
a las leyes de su dueño
las libertades del alma.
Este he sido , y este soy,
mira si es j-usto que haga
Alexandro de mi solo
la estimación que declara,
pues yo solo valgo mas,
que quantos tributos paga
Etiopia á Egipto , ifias,
que quanto las Ondas -guarda^
mas que quanto el sol engeBdra,'
mss que quanto las entrañas
de la tierra en venas cria, ^
mas que . quanto el cielo cuaja,
pues solo es comparación
de mi valor , mi constancia,
mi soberbia , mi ardimicBíO)
yo propio , y una esperanza)
que en padecerla se funda
la ventura de lograrla.
Leop. Extraño hombre ! Ííid. Pt ’f
Gí'ag. Mal año para sn alma.
Leop. Bíea , Alexa-edro, dixist®'
y pues que mas emp'
eñada
mi obligación has dexado
con la prodigiosa
de triunfar de ese
es razón que mejorada
ds mi amor la pag®
pues aunque a
mucho mi cariño , y '''^^,‘,^5^
premio de glorias m^s
Marcela ha de ser tu
dándote en ella ventaja;
■ Ir-
con que nu amor >.
al mérito de su her®®®®' j¡í
De Don Juan Bautista Diamante.
ai.
ím Valga®® el cielo ! Teod. Ay de mi
f esperanzas.
i-r Logre mi amor sus desvelos,
fl' Si resisto , fuerza es que haga,
empeñado ya Leopoldo,
I ¿ido , y rae niegue a mi amada
leódora ; y también desayre
¿e Marcela es , si declara
jjií VOZ prssencia. suya»
„.je la dexo por su hermana :
raiga, pues, la industria donde
30 hay otra cosa que valga.
f{S,i De su respuesta pendiente
tenvo ( ay infeliz 5 ) el alma.
¿¡er-'^Teodora , quanto me oyeres
Responder, contigo habla:
; tu esposo sere esta noche,
ao dudes de mi constancia,
si determinas ser mia.
fiod- En serlo ya no hará nada
quien ha tanto que lo era.
Jfí?. Pues cómo , Alexandro , callas .
no celebras tanta dicha?
£ex. Como el alma embarazada,
al ver la gloria que espera,
me suspendió las palabras,
que es mucha dicha ser hoy
dueño de lo que adoraba.
LíW.Pues hoy lo has de ser. Alex.Sí haré,
si una promesa no falta.
tí^, Y hay quien se ñe en los hombres ?
hl Cómo puede ser , que haya
hita en promesa , donde es
Marcela la interesada 1
yo por ella lo aseguro.
ií;r. Por sí Teodora me habla.
M.!,';:. Doyte las gracias , Teodora,
de que escusado me hayas
el vergonzoso embarazo,
que responder me costara.
Jeoi. Cuido yo mucho de ti.
®“/. Aquí debe de haber maula.
Ííop. Vén , Alexandro : hijas , vamos,
puesto que la noche baxa,
s que mi promesa cumpla,
que Cuenta daré mañana
^ Soltan de esta victoria,
pues a mis hombros la carga
todo este P..eyno ña.
I FiUpo ? Ftl. Qué ?
' Aqui me aguarda,
Vase.
que te he menester. Fií* Sí haré.
Ay , Teodora soberana !
Isid. Para hablarle aguardaré
á que Leopoldo se vaya.
Noche, tus sombras esparce.
Itíif. Gragéa , adelante pasa.
Grag. Pasa tu , Rufina , que
siendo a Gragéa inclinada,
te agradará , porque huele
a mi nombre el camarada. Vetnse.
Isid. Di , negro. FU. Pregunta, blanco.
Isid. Por qué razón , 6 qué causa
te nombras Fiiipo aquí,
si en el bautismo te llamas
Moyses ? FU. Cómo sabes tu
lo que á saber nadie alcanza ?
Jsid. Porque me lo dixo a mi
quien no puede ignorar nada.
FU. Pues quien sabe de mi? Isid. Quie*
coa ciencia no penetrada,
antes de verte , me dixo,
sobre lo que tu relatas,
la explicación prodigiosa
áe aquel mas , que tu no alcanzas.
FU. Dime, pues, lo que es. Isid. Sí haré.
Sale el Dem. Pues con Isidoro hablas,
olvidado de que en él
está tu muerte cifrada ?
FU- Este es Isidoro ? Dem. Sí.
FU. Pues muera.
Sale Álex. Eilipo ? Dem. Ah, raola ap.
inmortal ! Alex. De tu valor
pende toda mi esperanza.
FU. Qué ordenas? Dem. Qué te suspendes?
FU. Dexame ver lo que manda
Alexandro , que hoy me impide
lo que no podrá mañana.
Isid. Pues llegó gente , ocasión
me dará , donde lograda
vea Dios de mi desvelo
la fatiga que me encarga. Vase.
Alex. A Teodora he de robar
en fin- FU. Que escuchan mis ansias!
Alex. Porque sin ella no vivo.
FU. Hombre, mira que me matas. ap.
Alex. Y tu has de asistirme. A’n_
cómo , Extrae gerc
^Ai, cielo!
me engañas ^
' 'A ' ''o '
Teodora ha de ser agena ?
Dem. No te embaraces d? nada,
que yo te daré á Teodora
esta noche sin tardanza;
E 2 haz
El Negro mas prodigioso.
haz lo que Alexandro ordena. Habla deiitroFiUpo,yhacé se"
Ahx. La seña con que me -aguarda
es mi propia vaz. Dem. Yo haré
que de agenos labios salga,
porque también en Teodora
liay asombro que me pasma.
Alix- Llega conmigo , veré
si , como me ofreció , baxa
a esta puerta del jardín,
pues la noche se declara
tan obscura
FU. Voy contigo.
Dem. Mejor será que no vayas.
Vase.
FU.
que ?
Dem. Porque esta e_s Teodora.
FU. Y si desconoce el habla ?
Dem. No hayas miedo.
Teodora al paño. Es Alesandro ?
FU. Sí , Teodora soberana,
yo soy , que de otro remedio
falto , llevarte robada
Hace señas FUipo,y habla dentro Alexandro.
es el que elijo , á que seas
mi esposa. Teod. Esa confianza,
el exceso de mi amor,
y los zelos que me abrasan,
-esta osadía me dieron.
Salen Rufina y Gragea.
Ruf. Sus voces y sus pisadas
sigamos , Gragéa. Grag. V amos :
aquí" huele á humo de paja. Vanse.
Dem. No te detengas. FU. No haré.
Salen Alexandro y Marcela.
Marc. Aunque extrañeza me causa,
que Alexandro de esta suerte
me saque del jardín , nada
hay que mi cuidado tema,
pues ya mi esposo se llama.
Alex. Noche , yo eternizare
tus sombras , para mi gratas.
FU. Sígueme. Teod. Ya yo te sigo,
de lui fineza obligada. V ítnse»
Alex. A no traerla conmigo,
jurarla que escuchaba
la voz de Teodora. Dem. Yo
haré que engañado vayas,
pues la obscuridad del cielo
mis tropelías allana,
y que el desacierto apriesa
co£ioz.cas de tu igiiorancía*
Ak. Frlipo; D^nt.Fil.Yoioy, que ordenas.
Ruf.
Alex. Seguidme los dos
va contigo , esposo mío
Alex. Ya es posesión mi esperanza. ,
pues va conmigo Teodora. ^ I
Del temor que amenazaba i
mi amor ,' salgo desta suerte;
sienta mi cautela extraña
Leopoldo , pues la hermosura
de Teodora me quitaba.
Dem. Y no extrañe el mundo ver*'
mis transformacio.nes . varias,
viendo que lase ocasionan
dos vidas, que me amenazan. ■
JOR.NADA segunda.
Salen Teodora , Rufina . y el Biir,a
de Bandoleros.,
Teod. Quédate , Rufina, tu,
porque puedas avisarnos.
Sí haré , mas despacha apriesa,
no te eche menos mi amo,-
que ya llamo asi á Fiiipo
por negros de mis pecados.
Dem. A qué con tanto silencio,
Teodora , a este retirado
sitio me apartas ? Teod. De tí
pretenden mis desdichados
sucesos valerse : bien
que rezelosos mis labios,
por la amistad que. Fillpo
y tu teneis , han dudado
el acierto de explicarse
contigo j pero notando
que eres noble , según tu
publicas , he imaginado,
que querrás lucir lo ilustre,
venciendo lo apasionado.
Dem. Yo te aseguro que eiig®* ^
muy buen valedor : Humanp®» ‘
esto hacéis los mas , y 2Si
su intento he conjeturado,
y yo mudaré su intento.
Habla , Teodora , notando,
que en Ja amistad de Fihp°^
no tienes que hacer reparo .
fíate de mi. Teod. Ta romp*^
á mi silencio el candaáo,
De Don Juan
que á falta de otro remedio,
del peligroso me valgo.
Pe aquella infelice noche
bien te acuerdas , que engañado
mi amor , de mi pasión lince,
y de mi ciego reparo,
dexé mi casa , y creyendo
en el lóbrego aparato
de la tiniebla seguir
las pisadas de Alexandro,
distante de la Ciudad,
HO sé como , á pocos pasos,
pues no pudieron ser muchos
los que me dió mi- cansancio,
nos halló él día en un monte,
' de mi padre asegurados^
día le llamé , y no fue
sino triste noche , quando
a enseñarme obscuras sombras
‘ envió reflexos claros.
Dem. Sé , pues en Alexandria
me quede con el cuidado
de asegurar vuestra fuga,
que conociendo Alexandro,
que era tu hermana la que
robado había su engaño,
volvió a Palacio con ella,
su pena disimulando,
sin que su intento amoroso
se notase , donde hallando
tu falta y la de Filípo,
seguiros determinaron;
mas deslumbrados de mi,
otro camino tomando,
contrario del que seguían,
los dexé , y en poco espacio,
con esta seguridad,
de mi fuisteis alcanzados,
íeoi. Aseguró mis temores
Püipo cortés é hidalgo,
que le pondero lo bueno,
como le culpo lo malo,
dándome palabra y fe
de no atreverse al sagrado
de mi honor , ni con el ruegos
con la violencia , en tanto,
atento a los vaticinios
de Su pronostico extraño,
le hacia una corona
^&no dueño de mi mano,
ser suya , por temer
Bautista. Diamante-
sus arrojos destemplados,
le di palabra , teniendo
por tan imposible el caso
de verle Rey, como (ay triste!)
el de juzgarme en sus brazos
horrorosos , sin que en ellos
sea mi asombro mi estrago;
,< pero ,como es la fortuna
compuesto monstruo de varios
accidentes , y al valor
suele permitirse aplausos,
le di la mano a Filipo,
que valiente y temerario,
haciendo de su osadía
escala , fixó en el alto
solio de su rueda el pie,
con tal valor , que en espacio
de un mes se aclamó caudillo
entre estos duros peñascos
de quantos incultos hombres,
de quantos toscos serranos,
ya con su doctrina altivos,
y ya con su nombre osados,
circunvalan los contornos
de asos montes y esos llanos»
El dominio de diez Pueblos
le dió arrojo tan extraño,
que formando batallones,
que por él acaudillados,
son muchos los pocos que
rige su invencible brazo ;
Al poderoso Sokan
se declaró por contrario :
y sitiándole la Roca,
fortaleza , que es padrastro
de Memfis , en tanto aprieto
ha puesto sus ciudadanos,
que de nadie socorridos,
y de Filipo asaltados,
temerosos de la fuerza,
dieron principio a los pactos.
Aqui , infeliz , es estorbo,
con mas motivo b mas pasmo,
el discurso de mi acento,
y del dolor anudado,
es duro lazo , que estrecha
a mis alientos el paso,
pues ai presumir no cabe
en la voz tormento tanto,
ó la voz que ha ds explicarle
no halla el idioma , y trocando ,
las
ias
todo se
üem. Quiero
Temerás ,
fundamentos , que Fillpo,
luego que logre el aplauso
de la victoria , corone
á un tiempo , amante y osado,
de la corona su frente,
y Su dicha de tu mano.
Teod. Pues eso es lo que yo lloro.
Dem. Dando eso por asentado,
di lo que he de hacer por ti.
Teod. Tan cerca y tan declarado
mi peligro , el remedio es huir,
el como yo no lo alcanzo.
Dem. Sí alcanzo tal. Teod. Sabrás , paes,
que mi padre y Alexaadro,
de todo el suceso mió
advertidos y enterados,
matar a Filipo intentan.
Dem. Muévanlos zelos y agravios»
Teod. A cuyo fin , según hoy
aviso me dió un criado :::
Dem. Cierta fue mi conjetura.
Teod. Se acercan los dos , marchando
á la Tebayda , no sé
si de Isidoro informados :::
Dem. Con este hombre cada dia af.
se aumentan mis sobresaltos.
Teod. De que esta sierra , que espalda
es de su distrito santo,
es donde tiene Filipo
el fuerte muro sitiado
de la Roca ; y finalmente,
yo el delito perdonando
del engaño de Filipo,
ó ya á su amor ó á su trato,
la vida dexarle intento,
y solo de ti me valgo,
para que en poder me pongas,
Extrangero , de Alexandro.
Esto te piden mis penas,
mis ansias , mis sobresaltos;
noble eres , y yo infehee,
para esto de ti me amparo :
no la amistad de Filipo
te suspenda , reparando,
en que antes verás mi muerta
a la violencia de un lazo,
á la furia de m acero,
6 a la ponzoña de ua vaso,
que verme en sus brazos torpes*
pues serán menos tiranos ’
dolores para mi vida,
con mi aliento consultados,
ponzoña , cordel y acero,
que sus horrorosos brazos.
Dem. Nada me estará mejor, ^
que ver tu desesperado
intento , y yo vengaré
los temores que me has dado.
Teodora , de mi te vales,
y supuesto que empeñado
estoy en valerte , quiero
que veas en mis reparos,
que conozco los peligros
en que tu no has reparado.
Ea , astucias : tu pretendes
verte en poder de Alexandro,
sin reparar , que el honor, .
que conservas puro y claro,
para él y aun para todos
se ha perdido y se ha manchado.
Pues quien ha de presumir,
de entendimiento no falto,
viendote estar tanto tiempo
con Filipo , enamorado
tan justamente de ti,
que pueda su cortesano
respeto mas , que ha podido
su apetito despeñado ?
Teod. A o no te pido consejo,
sino favor ,. que ya alcanzo
quanto es difícil creer
la verdad de un desdichado.
Mas paso porque mi honor
se liaya perdido , y no paso
a perderle , que hasta aqui,
falta de remedio , es llano,
que es mi desdicha mi culpa;
mas ya que remedio hallo,
será culpa , y no desdicha,
que esté mi honor amesgado.^
Detn. Pues mira , tu has de fingir,
( Que fingir no será extraño
siendo muger , pues en todas
ó en las mas es ordinario ) ^
que amas á Filipo. Teod. Yo .
Dem. Sí , para que descuidadí^.
pues se convierce en descuido
el asaor de confiado, .
El Negro mas prodigioso.
palabras en gemidos,
convierte en llanto.
apurar sit dolor. ap.
y no con vanos
De Don Juan Bautista Diamante.
JO dé lugar de que yo
le sirva , y luego en hallando
ocasión , sin reparar
por ti á la razón que falto,
lo que me ordenas haré,
poniendo tu honor en salvo.
Y dime , podré fingir ?
Basta saber , que intentarlo
podrás , y como lo intentes,
verás que puedes lograrlo.
Jíjj. Yo á un monstruo ?
pi;. iint. Si no se rinden
á merced de mis agrados,
nmeran todos. Dir.U Mueran todos.
0íroí. Clemencia,
prro. Di , en qué quedamos ?
SdsRuf- Que llega Filipo. Teoi. En qu«
de ti infelice me valgo,
y haré , para que me valgas,
todo lo que has ordenado.
dím- Y yo haré ,, que seáis lo« dos fff.
miseros tristes estragos
del escarmiento , que asi
á los que me siguen trato.
Dent. La Roca por el famoso
Filipo. Lid. Corone el sacro
laurel su frente de honores,
que ha conseguido su brazo.
Viva el Etiope , Rey
de Egipto. Fil. dent. Ningún aplauso
quiero sin Teodora , solo
de Teodora sois vasallos;
Ssíe coronado de laurel FilifO y Soldados»
y oxalá , como contiene
poco imperio , breve espacio
de dominio esta corona,
que á tu hermosura consagro,
se compusiera del mundo,
para que á tus pies postrado,
fuera trofeo , aunque humilde,
trono fuera , aunque battardo,
de tus plantas , porque en él
*1 geíieroso contacto
de tu pie le hiciera digno
de ser cetro de tu mano;
pero yo haré que se rinda
6l termino dilatado
de Egipto á este brazo fuerte:
yo haré ai Soltan , que postrado,
como tapete , te sirva,
porque si es discreto , vano
esté de servir de alfombra
a dueño tan soberano.
Dem.Qaé aguardas? Teo. Dolor, paciencia.
I. Qué soberbio está, y qué vano !
S. No sabe que de su muerte a^»
se va el termino acercando,
que es infamia estar sujetos
á tin negro vil. Fil. Estos blancos «p»
no están contentos conmigo,
mas yo trocaré el agrado
en rigor , porque haga el miedo
lo que no sabe el halago.
1. Reparo ha hecho en nosotBOS»
2 . Su sospecha desmintamos.
Tod. Viva Filipo::: Fil. Decid,
que viva el bello milagro,
que adoro. Tod. Teodora viva.
FU. Esos si, que son aplausos
de mis oidos. Teod, Dichosa!
la que te merece tanto,
valiente Filipo. Fil. Y yo "
dichoso , pues con agrado
una vez , bella Teodora,
mi nombre escucho en tus labios.
Teod. En hora feliz : : : Fil. A ti
el parabién comenzado
te da , y no á mi , dueño hermoso,
pues aunque ha sido mi brazo
de mi victoria instrumento,
el impulso es tuyo , y quanda
es la causa tan divina,
no tengo por acertado,
que hurte el efecto la gloria,
que la causa ha grangeado.
Teod. Tanto me obligas ( mal finjo 5
que siento haberte tratado
con aspereza. Fil. Bien puedes,
si lo sientes , emendarlo,
que ya el plazo de ser mia
se cumplió. Teod. Dolor tirano í
No te debes ofender,
Filipo , de mi recato.
FU. Cómo una mancha del cielo
se puede ofender del claro
reflexo que la fulmina,
quando subió á ser su estrago ?
Cómo un azabache tosco
puede presumir , que el rayo
del sol no le determine,
siempre obscuro y atezado ?
Cómo el borroa , que ocu''ó
ííel
Negro
<1el papel el terso espacio,
pensó no ser él mas negro,
quanto fue el papel mas blanco ?
Ni cómo pensar pudiera
el amor que te consagro,
no hacerte extrañeza , siendo
tu , cielo , papel y rayo,
y yo azabache grosero,
tosca nube , y borron basto ?
Teod. Extrañeza es. Fil. Ya lo veo,
y quanto en ti disculpado
dexó el asombro , le culpo
en quien presumiere osado,
que no es digno mi valor
de sojuzgar los extraños
remotos climas , de dar
leyes á lo inanimado,
de hacer obediente a un roble,
de hacer sensible á un peñasco,
y de arrancar finalmente
del traydor centro villano,
de esta manera , rebeldes
raices , que hechas pedazos,
suban al sol escarmientos,
y baxen a el mundo estragos.
Coge a dos Soldados , y arrójalas.
X. Muerto soy! 2 . Válgame el cielo!
Ruf. Allá se van acercando:
mas cuidado con la vuelta.
Teod. Suspende ahora tu enojo.
FU. Ya tu los has perdonado:
vivan , pues tu gustas dello.
Dem. Fingir aqui es necesario
temor. Teod. Qué crueldad! Dew.Filipo,
quien? Fil. Noble Extrangero, no hablo
contigo , pues repartiendo
los dos afectos , que igualo,
di á su traycion mi castigo,
V á tu lealtad doy mis brazos;
y porque veas que injustas
son las quejas , que tu labio
me ha recatado , y yo he visto
en tu semblante , dilato,
que el premio de mi corona
le dé Teodora á mi mano,
hasta que esté satisfecho
de que noblemente pago
la deuda , que te confieso,
dando muerte á este Ermitaño,
pues no quiero que te cueste
verme hablar con el cuidado,
fnas prodigioso.
k cayo fin envié
por el , y estoy aguardando
a que Lidoro le trayga
aqui , que es el señalado
sitio en que á buscarle vine
creyendo que había llegado’;
y no solo él , si tu gustas,
iriuera , sino con él ejuantos
k su imitación habitan
los huecos de esos peñascos,
que por tenerte contento,
lo que te debo pagando,
haré un mar de sangre el mundo,
en cuyo bermejo lago
las gargantas de los montes
hallarán estrecho lazo.
Dem. No me pagarás con menos
las fortunas , que has logrado
por mi. Eso sí , date priesa
k pecar, llenese el plazo
de tus dias de las culpas
de tus horribles pecados.
Teod. No sé ( ay de mi ! ) si acerté
en haberme- declarado
con Extrangero. Dem. Teodora nf.
está rezelosa en vano. ■
Dudas de mi obligación?
Teod. Pues quien dice qué he dudado?
Dem. Yo lo discurrí , y bien puedes
estar segura. Grag. dent. Habrá acast
alguna alma , que le dé
á un principiante de Santo
para el sustento de mas
de cinco mil Ermitaños,
huérfanos de padre y madre ?
Fil. Esta voz , si no me engaño,
conozco. Rtif. Gragea es este,
Fil. Y qué hace? Dem. Retirado
de ti , como él dice , habita
la Tebayda , acompañando
la falsa , congregación
de muchos fingidos Santos,
para quien sale á pedir. .
Rtíf. Qué no lo haya yo olvidad^)
siendo flaca de memoria ?
Fil. De mi huyó ? Dem. Sí.
Fil. Aun bien , que ha dado
en mis manos.
Grag. dent. Quien socorre
con el pan cotidiano
á cinco mil y una boca,
quf
! De Don Juan
cue también como yo. Wil. Hermano.
' rwá- Temiendo estoy su rigor : ap
^'o le ofendas. FU. No gastando
ti; , cómo le he de ofender ?
¡¡¡su Si te veo tan templado
I por Teodora , esperaré
que hagas , Filipo , otro tanto
coa Isidoro. FU. No haré,
que no soy tan bien mandado.
Sais de Ermitaño ridiculo Gragea,
Qfíg. Aquí oí hablar ; mas San Lino,
San Panuncio , San Hilario,
i que di con el perro , y no es
ei de San Roque este galgo :
pruebo á que no me conozca.
I Fi7. Qué es lo que pedia , hermano S
Srug. Para los Anacoretas
pedia pan j pero algo
pido mas ya. FU. Qué mas pide*
ürag. Pan y callejuela , alano.
íil. Alce del suelo los ojos.
(mg. Amigo , tengo en entrambo*
dos niñas , que con extremo
son inclinadas á barro,
y su inclinación las lleva
i estarle siempre mirando.
km. No sea embustero , y mire:::
Crag. Yo , hermano , sin mirar paso»
íii. No tengas miedo , Gragéa,
que por Teodora indultado
estás de mi enojo. Grag. Asi I
,hi. Y yo por fiadora salgo
de que no te ofenda. Grag. Y quien
h fia á usted? FU. Tos dos astros
^ su cielo , que de luces
se han enriquecido tanto,
que no alumbra el sol al mundo
fia que ellos le presten rayos.
Pues iré dexando el miedo.
Desale , y di de ese estado
•Jue tomaste la razón.
['^g- Qué , todavia el malvado
^^•ablillo está acá ? Dem. Acá estoy.
Pero lo qué habrá atizado !
la bendiga , Teodora ;
D'a 'E^' - c? ^
pj F ilipo , Rey te hallo.
! Gragéa , y me has de hallar
nodo:
1 ,.^ miente el presagio
í' Todo esto está de otro
«ás
la ratnn..ra Q-S7 f
®y ) ojos , que hemos dado
I ^ la ratonera , ay
Bautista Diamante.
Rufinilla ! Ruf. Qué es , hermano ?
Grag. Una comezón de amor,
que me está despedazando.
Ruf. Pues rasqúese. Grag. Ay, hermanita,
que pica mas , si la rasco.
Eem. Pase a lo que le preguntan.
Grag. Parece usted ha tomado
pesadumbre : es algo cosa
de usted Rufinilla ? Dem. Es algo.
Grag. Credo , que todas estas
suelen ser cosas del diablo^
y usted es demonio ? Dem. Diga.
Grag. Y ya digo , pero no hago;
y lo que le digo es,
que yo nunca fhí inclinado
á soledad , y por eso
del desierto me he pasado
soy gran comedor , y como
no se come allá bocado,
me hallo muy famosamente,
porque de hambre estoy rabiando.
F/7. Dexa disparates. Grag. Pues
si tengo de hablar mas claro;
yo , pensando que este embuste
no pudiera durar tanto,
y que Alexandro te hubiera,
Filipo , de tu pan dado,
porque á mi no me tuviera
por confidente en el saco
de Teodora , tomé lías,
y di conmigo en sagrado,
donde á Isidoro asistiendo,
voy aprendiendo milagros,
aunque debo de ser rudo,
pues hasta ahora no los hago;
pero ahora de Isidoro
quierote contar , que es tanto
lo que ruega por ti á Dios
y por Teodora , con llantos
y disciplinas , que suele
pasarse de claro en claro
las noches en rogativas,
y en crueles azotazos :
mal año , y qual se los peo-a !
no me diera yo asi quatro'
por toda G-uinea junta,
SI me hicieran mil pedazos. -
Quando se sacude, dice:, , ' '
Salid , miseros ingratos
a Dios , de la culpa , y ved,
que os está Dios es oerando.
El Negro mas
Dicho esto 5 se da mas recioj
y yo viendole empeñado,
digo : Mire que no le oyen,
apriete , padre , la mano.
FU. Calla , loco , y agradece:::^
Dem. Válgame el infierno. FU- Llanto»
Teodora ? Fsou. Llanto , Fi*ipo»
pues al ver quan declarado
está mi naal , que le cuesta
á un varón justo cuidado
el escandaloso modo
de mi vida , sin reparo
de que no es mia la culpa,
discurro en el temerario
juicio Si esto hace el bueno,
qué hará de mi honor el malo ?
Y supuesto ::: Dem. No te dixe
yo , que todos ( ea , engaño )
te tenían ya por mala?
Teod. Que es cristal tan delicado
el honor , que con la duda
agena se hace pedazos,
sin que baste la verdad
á defenderle , y quebrado
una vez , nunca se suelda.
Sale Lidoro y otros cor, Isidoro.
Isid. Lo que no alcanza el humano
poder , alcanza el divino.
Teod. Conmigo su voz ha hablado.
Lid. Aqai te traygo á Isidoro.
De«i. Qué tormento ! Teod. Para pasmo
de mi despecho , que al verle,
en hielo se ha transformado.
Dem. Si al irse a precipitar.
Dios le pone este reparo,
de qué aprovecha la inutil
fatiga de mi cansancio ?
Isid. Qué es , Moyses, lo que rae quieres?
que con tu nombre te llamo :
mas no me responderás,
que si desprecias ingrato
las ternezas amorosas
con que Dios te está llamando,
quien de Dios hace desprecio,
no puede de mi hacer casoj
pero aunque estás tan rebelde,
negro prodigioso , aguardo
tiempo en .que seas tan bueno,
quanto eres ahora malo,
que este es el mas que tiene
•obre los sucesos rá?ios
prodigioso.
de tu fortuna previsto
Dios , y yo te lo declaro,
como te ofrecí , que son
ios juicios de Dios extraños
é incomprehensibles , de modo
que es delito investigarlos;
qué me miras ? Isidoro
soy. FU. Estoy consultando,
si es esto que me suspende
rencor b respeto , quando
para executar la muerte,
que ya las iras te han dado
de mi enojo , á un tiempo mismo
me mueve y me tiene el brazo.
Dem. A entrambos he de perderios
si le oyen , y asi apartarlos
importa. -Tocan caxas.
Deiit. Arma , guerra. 2. Guerra.
Sale I. Si no socorres tu campo,
presto le verás vencido,
Filipo , de los contrarios,
pues ya puesto en fuga ::: FU. Qm
atrevido , quien osado
con su vida está tan mal ?
Lid. De Leopoldo y Álesandro
son las esquadras que miras.
FU. Verán mi enojo en su estr.go!
seguidme , ó dexadrae todos,
que solo yo á mi me basto;
tu cuidarás de Teodora.-
Dent. I. Guerra.
Grag. Vaya con mil diablos.
Dem. Lo que aqui perdí , pretendo
ver si puedo grangeario
con otra astucia ; p'ues mientras
Isidoro está aqui , vanos
saldrán todos mis ardides.
Grag. Mientras andan á porrazos»
si te parece , Rufina,
mejor será retirarnos*
RuF. Yo alguna gana tenia
de hablar con éf; pero , herntaao,
no gusto de sacrilegios.
Grag. Pues cada uno por su laaO'
Teod. Aun no me dexa el temo
dar hácia la fuga un Plo-
mas donde , si no fue j
lo que oí , quiere ir nu «
Saber me será mejor
de Isidoro , qué ha sentido
de mi desdicha ; y sábrd»»
De Don Juan
,,, coasejo tomaré,
con él volver podré
^ lo q'i® perdido,
ygfoo santo : : : pero atento
cielo mira y suspira,
■inque donde mira
de su pena el fundamento:
pue si en el cielo es contento
todo , debo imaginar, /
c„e su tierno suspirar
^ su pena corresponde,
enviando el indicio donde
no puede el dolor llegar.
Isidoro ? Isid. A Dios , Teodorti
le envia tu desconsuelo,
apele tu mal al cielo,
que es donde nada se ignora:
por una astucia ttaydora
marchitaste tu opinión,
pon en Dios tu coraaon,
que en él tu remedio fundo,
si de lo que piensa el mundo
quieres dar satisfacción:
Solo en Dios has de buscar
lo que Dios te fiicilita,
porque lo que el mundo quita,
no suele volverlo á dar:
con Dios se puede aumentar
tu lustre , crecer tu fama,
de su amor tu pecho inflama,
para que tu mal se olvide,
pues el mundo te despide
al tiempo que Dios te llama»
Alexandro tiene honor,
y es locara imaginar,
que ha de querer deslustrar
su crédito por su amor :
que aunque ve que de este error
no tienes , Teodora , culpa,
y tu desgracia disculpa,
no ha de tener tal audacia,
que la que en ti fie desgracia,
quiera que en él sea culpa.
Ya para ti se acabó
todo lo que el mundo da,
sin honor tu fama está,
porque el mundo te quito
lo que primero te dió.
Labra de tu desconsuelo
segundo honor tu desvelo,
y á Dios te guiará el segundo.
Bautista Diamante.
que el primero fue del mundo,
y erró el camino del cielo.
Teod. Válgame Dios-! qué sea tal
mi mal , que una sinrazón
agena j que una traycion?
alevosa y desleal,
haya hecho propio mi mal !
Pero qué me desvanece,
si el juicio humano apetece
el estilo descortés
de no juzgar por lo que es,
sino por lo que parece ?
Qué remedios podré dar,
ya que tu consejo tomo *
b cómo , Isidoro , cómo
á Dios me podré entregar,
si este tirano , á pesar
de mi dolor ( ay de mi ! )
violentar pretende asi
ini alvedrio á su trajmion ?
Isid. Pon tu la resolución,
que Dios mirará por ti.
Ruido dentro de batalla.
fil. dent. Aunque me han dexado sola
mis alevosos parciales,
para todo un mundo basta
mi valor. Alex.dent. Tu muerte, infame,
de ti me dará venganza.
JjCOp. dent. Cercadle todos , cercadle,
que en venganza de mi honor
he de beber su vil sangre.
Fíí. dsflf- Llegad todos. Is'd. Hacia aquí
se acerca , Teodora , el trance
de la batalla. Teod. Y parece,
que victorioso mi padre
y Alexandro , a este prodigio,
hasta ahora incontrastable,
en tal aprieto ie han puesto,
que no ha de podér librarse.
Isid. Si s« librará , que es otro
el fin que Dios ha de darle;
y asi sígueme , advirt-endo,
que Dios" ha de acompañarte
en los peligros, que temes,
como tu quieras llamarle.
Teod. Qué engañada estuve, pues
iba ya a precipitarme !
desde aqui su amparó invoco.
Isid. Señor, á este formidable
monstruo ,■ que oircs no quiere,
vuestra clemencia le llame .
C 2 de
, - ^sgfó mas prodigioso.
de que Vuestras voces ^ Teodora 3 que »! «•
su duro corazón labren.
Teod. Señor , ya á vos se encaminan
mis temores , mis afanes ;
ya me entrego á vos , a vos
os toca ahora ampararme. Vanse.
Sale el Demonio.
Dem. Hice , avivando el rencor,
que le tienen sus parciales
á este negro , que en el riesgo
su vida desamparasen,
para que desesperado
muera ; pero haciendo alarde
-de su sobrenatural
valor ( ay de mi ! ) se sale
del peligro ; y pues aqui
sus desventuras le traen,
yo haré que alcance á Teodora,
y para lo que durare
su vida , escándalo sea,
y no pueda su dictamen
lograr á Isidoro.
Sale con la espada desnuda Filipo.
FU. Ha , pese
al cielo , que satisface
sus iras en mis castigos,
sus ofensas en mi ultraje !
Desamparado de todos
mis enemigos sequaces,
en medio de mis crueles
enemigos , sin que nadie
diese auxilio á mi furor,
me halló el- sangriento certamen
de la batalla , de donde
pude apenas retirarmej
pues para que todo á un tiempo
pudiese á injurias faltarme,
hasta las respiraciones,
á las porfías del trance,
siendo mias , me faltaron»
ó cansadas 6 cobardes.
Dos Exercitos me siguen,
y no siento que me alcancen,
porque mi vida persigan,
sino ( ay triste ! ) porque hallen
d Teodora : Ahora es tiempo
que debes ampararme,
si has de estar conmigo quando
necesitado te llame,
como dixiste , Extrangero.
Díff». Qué «juleres^ Fl/, Doftde desaste
a
es
este de mis afan'es."
Dem. Con Isidoro esa senda
Sigue. Fil Por qué la dexasteí
Dem. Por asistir á tu riesírq, *
mas llegó mi valor tarde.
Fil. Pues ya la he perdido , vuelvn
a monr. Dem. Voco distante
esta de aqu, , y si la sigues,
no hay duda de que la alcances-
parte en seguimiento suya,
pues del riesgo te libraste,
que yo guardaré este paso,
porque no te siga nadie;
y advierte , que este peligro
te vino porque faltaste
a dar la muerte a Isidoro.
Fí/. Como yo : : : Dent. Cercad el valle.
Dem. Is'o te detengas , que llegan;
¿í* al falso Isidoro alcanzó
Fil. Yo en su poca vida haré
teatro de mis crueldades.
Dem. Fia de mi , que seguido
no seas. Fil. Si de cobarde
diere indicio ' mi valor,
repartido entre los trances
de una dama , a quien yo busco,
y un peligro , que á buscarme
viene , tenga mi valor
la disculpa de arrastrarle,
ia ceguedad en que incurre
el que sabe ser amante. VtSU
Dem. Por ahí a mayor peligro
te entrego , pues han de darte •
la muerte los malcontentos,
con quien por temor reynasté,
pues cautelosos te esperan;
y quando pueda foliarte
por ahora este peligro,
la venganza de que alcances
a Teodora y a Isidoro
a mi no puede faltarme.
Salen A’exandro , Leopoldo , Marcíls
y Soldados.
Alex. Por aqui huyó. Leop. Por aqnl
sabrá mi enojo alcanzarle.
Marc. Escarmiento de mi furia
será su vida cobarde.
Dem. Nueva industria se me ofrece
con que irritarlos. De nadie
huye Filipo , sino
¿d
De Don Juan Bautista Diamante.
¿el delito formidable
fi haberle dado la muerte
¿ Teodora , haciendo alarde
t¡¡ ella de su crueldad,
para vengar el desayre
¿1 que por ella se viese
rencido- Alex. Penas , matadme.
dices , hombre , á mi hija ?
qaé hacéis ? acabadme , males.
No puede ser , pues yo vivo.
¡gip. Mira bien si te engañaste.
¡ji!n. Yo no me puedo engañar,
ouerte la dió , y por ahí parte.
fyx. Y donde el difunto sol
está? Leop. Qué hizo del cadáver
hermoso ? Marc. El dolor me ahoga !
')im. Con dos intentos la imagen ap.
Sajan de Teodora muerta
bís cautelas. Si dudasteis
de mi verdad , veis aqui
su tragedia lamentable.
Descúbrese a Teodora muerta^
iítf. Cómo á gemidos no turbo
el cielo ? Alex. Cómo no sale
ni espíritu a dar aviso
de mis tormentos mortales ?
¡írt.Qué desdichalDew.Todo el tiempo,
ijue en lamentarla gastareis,
de vengarla perderéis,
fc. Bien dices : en dos iguales
fisiones , venza la ira.
kp, Tu , amigo , no desampares,
a tanto que yo la vengo,
!i á piedad te persuades,
i esta infeliz. Dem. Por ahí
presto podéis alcanzarle,
f'r- Aunque el centro te sepulte:::
F®?. Aunque te transforme el ayreí::
Y aunque el mar te esconda:::
tres. Presto
tingaré en ti mis pesares. Vanse los 3.
Ahora importa que Filipo
j rielva , porque no le hallen
-sta que mate a Isidoro,
l^ra que también se engañe
■ la muerte de Teodora,
I puedo hacer que ie alcance
I Voz : Filipo , Filipo?
, Sale Filipo.
W quieres ? Dem, Decir, que erraste
Siiaiao que te tíise,
y que causó que le errases
la muerte de esa infelice
hermosura. FU. Duro examen
de mi valor ( ay de mi ! ) :
Teodora , tu de tu sangre
manchado el rostro divino ?
tu bello sol con celages
pálidos ? obscuro el dia,
con que á la aurora alumbraste ?
Bien con tu muerte de mi
se vengó tu aleve padre,
pues me ha muerto en ti. Detn. Filipo,
á un error te persuades.
FU. Pues quien fue el fiero homieida ?
Dem. Nuevos, rencores le abrasen. ap.
De Didoro es la traycion.
FU. Guíame donde le halle,
pues no se podrá esconder
de ti, porque no dilate
tantas venganzas. Dem. Si haré.
FU. Beberé su aleve sangre,
y en su corazón aleve,
can rabioso , haré que apaguen
mi hidrópica sed las iras
de mis dolores amantes.
Dem. Si muere Isidoro , entrambos
me daréis victoria facilf
y si á este negro horroroso
los que le esperan mataren
antes , Teodora después
se rendirá a mis combates.
Tapan a Teodora , y sale Isidoro^
l¡id. Señor , ya Teodora atenta
lava la culpa aparente
con el llanto penitente,
que derrama , y que frequenta:
fácil fue sa conversión
á vos , asi fácil fuera
la de esta indómita fiera,
que hace el pecado blasonj
mas qué no es fácil , mi Dios,
a vuestro inmenso poder?
quien se podrá defender
de lo que mandareis vos ?
Con imperio soberano
abrasad su corazón,
encended aquel carbón,
oyga su oído- inhumano
vuestra voz , porque se asombre
de vuestro eterno poder,
que todo esto ha menester
I
I
la
El Negro
la rebeldía del hombre:
este llanto, que derramo,
recibid , mi Dios , a cuenta
de tanta culpa violenta;
yo , señor , por él os llamo.
Sale Gragea.
Oras. Padre , para acabar hoy
mi tarea , ao me faltan
mas de quatro 6 cinco azotes,
yo los juntaré mañana
con los otros , que ahora tengo,
si me da licencia , gana
de merendar. Isü- Es posio e
que siempre de comer habla.
Cras. Solo quando como , padre,
no acostumbro a l^^blar palabra.
Isld. y Teodora ? Grag. Allí la dexo
sobre una peña sentada,
hartándose de llorar.
JsU. Debe de venir cansada:
vaya , y diga que se aníme,
y que ya poco nos taita
para llegar al desierto. _ __
Grag. Pues viene á ser Ermitana 5
pero otras Anacoretas
hay también en la Tebayda.
Y Rufinilla ? Isid. Eso a mi
me pregunta? Grag. Como estaba
allí , pensé que también
se venia á meter santa,
que yo , padre mió , no
lo digo por cosa maia.
Isld. Vaya , y no la dexe sola._
Grao-. Voy, padre mío: Deo gratias. Vase.
Lid? dent. Pues en nuestras manos dio,
desde la punta elevada
de esa peña le arrojemos,
i que hecho pedazos cayga
en L valle. FU. dent. Ha, traydores !
Isid.qat es esto? Dent.i.El fiero Monarca
nao-ue asi su tiranía.
F¿F. dent. Extrangero , ahora me faltas .
No puedo valerte , que hay
ooder , que de ti me aparta.
Fií. dent. Aleves vasauos viles.
Tod. Asi la soberbia acaba
de tu tirana corona.
BaZ desvenado Filipo las rnanos,
y le recibe en sus brazos Isido> o.
■pn. Todo el infierno me valga.
l¡\d. No te valga sipo es Dios,
mas prodigioso.
y su piedad soberana,
hombre infelice : mas sin dmjj
es muerto. FU. Para que el alma
no salga hasta que me vengue,
añudaré la garganta. ’
Mas qué miro! Isid. Mas qué veo!
Moyses ? Levantase Filies,
Fií. No soy sino rabia, ‘
furia soy , infierno soy.
' Isid. Qué bien , ingrato , le pagas
a Dios la misericordia,
con que su piedad te aguarda !
pues quando hecho mil pedazos
imaginé que baxabas,
amorosamente cuida
Píos de tu vida, y agravias
sus finezas amorosas
con blasfemias temerarias ?
PU. Pues tu , traydor , me predicas?
tu , hipócrita ? que si atadas
no tuviera ahora las manos,,
diera a Teodora venganza,
haciéndote mas pedazos,
que ñores el campo esmaltan,
mas que esconde el cielo estrella!,
y que arenas el mar guarda?
Isid. Moyses , mira lo que dices,
corrige tu destemplanza.
FU. No diste a Teodora muerte?
Isid. Qué ceguedad tan extraña !
Pil. Qué desatarme no pueda!
Isid. Si eso pretendes , aguarda,
que yo te desataré.
pil. Quien te da esa confianza .
Isid. Dios , que mira por los dos:
Ya las manos desatadas
tienes. FU. Ahora veré
como Dios de mi te guarda.
Baxa un Angel de rap •
An^. De esta suerte , hasta qu*
prodigio a buscarle .
gumdo de Dios. FU- Los ojos
clecran a la luz extraña
deteste resplandor : espera,
no de prodigios te valgas,
que nada ha de defend^^^
Graff. dent. pleguemos <-pr.e
que da voces Isidoro.
Vuela el Angel con ^
dora y Gragd'
Teo.d, Varofl santo. ■ Qfi^
De Don Juan Bautista Diamante.
ji
*11
agravia, _
^ fjre mío ? mas ay ! FU. Sueno ?
JX El
( ¡¿ d¿»í’ Eia en Dios , y nada^ temas.
r-í. Qiii6“ ahora se escapara
f. Véa acá , tu. Grag. ¿"ara^qué -
" ' para saber lo que extraña
vista: vive Teodora?
f-jí. y bebe. FU- üres sombra rana
o^iuz verdadera ? espera,
que examen del tacto baga.
fiol Suelta , horroroso prodigio.
Qug- Esto huele á Tarquinada.
fi¡. Por qué huyes ?
Foi. Porque á Dios
tengo ya sacrificada
mi vida. FU. Y mi amor , Teodora I
Teod. Dios tras sí mi afecto arrastra,
fi/. Pues yo detendré tu afecto.
Grag. Echemos por acá , hermana,
ífoá. Dios mió , guardadme vos.
fc'i dent. Ya Dios , Teodora, te guarda,
fose , y por donde se 'van se descuore
una muerte.
FU. Espera ; pero qué asombro !
eres forma imaginada,
triste espectáculo ? eres
la horrorosa muerte , estatua
de Teodora ? Pero no,
no eres sino imaginaria
forma , que impedirme quieres
la ventura de alcanzarlaj
mi engañada fantasía
te da ese sér que retratas:
Teodora vive , no pudo
mentirme á un tiempo su habla,
su hermosura , su desden,
que esta es la seña mas clara
de que vive , pues desprecia
mis penas enamoradas:
éexame pasar , asombro,
y advierte , ó tu , 6 quien te manda
que me impidas , que si todo
el mundo se transformara
en esqueletos horribles,
en horrorosas fantasmas,
su muchedumbre de sombras
como á ti despedazára.
V-saparsce la muerte. y dice el Filno dentro.
^Ino. Barharo M yses. FU. Mas quien
tanto impe:-io me llama,
que ine roba los oídos
Is atención de sus palabras .
F7i?io den.Fíoyses.FU.Toáo herirme siento
desde la frente á la planta
de un temblor , que apoderado
de mi , me hiela y me abrasa:
todo me estremezco , todo
mi valer cobarde falta,
toda es un susto la vida,
toda es una sombra el alma.
Sale de Nazareno un Niño.
Niño. Moyses. FU. Nada veo , aunque
oygo , que cerca me llama
esta extraña voz , que á un tiempo
me atemoriza y me halaga.
Niño. Prodigio del .mundo. FU. Donda
estás , 6 tu , que me llamas
con mi nombre b con mis señas S
Niño. Cerca estoy de ti , no hagas
admiración de no verme,
porque el que está en mi desgracia,
como tu , no me ve , oye
por auxilios mis palabras,
porque mis auxilios son
voces , que con todos hablan.
FU. Qué cobarde estoy ! quien eres i
que ya que verte la cara
no merezca , conocerte
quisiera mi duda extraña.
Niño- Soy aquel Pastor amante,
que busca la oveja ingrata,
olvidando las injurias
de que le dexa y agravia.
Y qué quieres ? Niño. Que me sigas,
que se canse tu tirana
crueldad de ofenderme , á cuyo
intento , pues que no alcanzas
a verme , por tus delitos,
te diré la forma amarga,
con que á llevarte al rebaño
vienen mis amantes ansias.
Imagíname pisando
abrojos , pues tus ingratas
culpas son duras espinas,
que hieren mis tiernas plantas ;
piensa de duros cambrones
mi cabeza coronada,
á cuyo dolor se agobia,
para explicar que te llama:
de un tosco dogal discurre
oprimida mi garganta,
que
El Negro
que es con el que yo te tengo,
y es con el que tu me arrastras ;
con una pesada cruz
imagina mis espaldas,
ayúdamela á llevar,
y no me será pesada.. Arrodillase FiltpOi
FU. Cargala sobre mis liorabros,
para que una vez , de tantas
como la carga te puse,
te ayude á -llevar la carga.
iVíVío. Quieres ayudarme? FU. Sí,
señor. Niño. Y tendrás constancia ?
FU. Tu me la darás. Niño.. Sí haré.
FU. Saber el modo me falta
de seguirte , pues no veo
por donde vas. Niño. La Tebayda,
y en ella Isidoro , negro,
te han de conseguir la gracia
de que me veas : mis voces
sigue , porque mis pisadas
sigas después , yo seré
tu guia. FU. Fineza tanta
le debe un bárbaro á Dios !
Niño dent. Moyses. FU. Ya desengañada
mi vida , amante Jesús,
Ta siguiendo tus palabras.
JORNADA TERCERA.
Sale Filipo.
FU. Guiado hasta aqui de aquel
dulce soberano acento,
que me arrastró poderoso,
b me reprimió halagüeño,
llegué sin mi al intrincado
bruto laberinto , espeso
corazón desta montaña,
donde le perdí ; y volviendo
al camino que he traído
ios ojos , le veo lleno
de hermosas flores , de dulces
frutos , claros arroyuelos,
ancho y deleytoso , quando
miro el que voy prosiguiendo
de torcidos pedernales
embarazado y estrecho,
todo sembrado de espinas,
árido , agostado y secoj
pero qué necia es mi duda,
si á mi e.vtrañeza le acuerdo,
que es Dios el que me encamina
prodigioso.
á que enriende mis defectos '
y puesto en medio de aquél
y este camino , no veo,
viendo uno dificultoso,
y otro fácil , que el que dexo
es el camino del mundo,
y el que sigo es el del cielo?
O tu , voz , qua hasta aqui norte
fuiste de mis pasos ;
Niño dent. Negro
prodigioso , ese camino
difícil has de ir siguiendo,
que al fin de él está tu dicha,
FU. Pisaré abrojos severos
por hacer lo que me mandas,
que es en mi tanto tu imperia,
que no me hallará cobarde
ninguno de tus preceptos.
Niño dent. Llama á Isidoro:::
FU. Sí haré.
Niño. Que en él está tu remedio.
FU. Isidoro? ViSt<
Sale el Demonio.
Dem. Ha , pese á rni !
que si no estorbo este riesgo,
va á ser de Dios este asombro,
y tantas fatigas pierdo.
No basta , que me burlase
Teodora ? Señor , qué es esto ?
si todo es misericordia,
la justicia qué se ha hecho?
Pero cómo yo desmayo ?
yo me rindo ? yo flaqueo ?
No es este el que por hacer
mención del bautismo fiero,
ya que no pudo el carácter,
borró el nombre que le dieron .
No €s este entre los humanos
prodigios el mas soberbio ?
el mas torpe ? el mas lascivo ?
Pues por qué engañado pienso, _
que aunque Dios ( rabio de envidia ;
le llama , siga su acento ?
Aqui , ardides , que me abraso,
aqui , astucias , que me anego»
Ministros escandalosos,
apadrinad mis intentos,
dadme esta victoria , y todas
las demas por esta deso.
Sale por donde entró FiHí^’ z
FU. Isidoro ? Derfu A quien
De Don Juan
f¡l. A fsidoía. Dem. Y á qué afecto?
pero no hago en preguntarlo
bien , guando claro estoy viendo,
que será para matarle;
que aunque de Teodora el bello,
sol vive ( de que la ha visto '
asi el peligro remedio),
^ y solo fiie un parasismo
ei que robó sus reñexos,
en la intención de Isidoro
ya murió : y fuera muy cierto,
que si no hubiera cuidado
mi ciencia de su remedio,
la hubieras perdido tu,
y él conseguido su intento:
viva es tu Teodora. Fii. Ya
que vive Teodora veo.
Vem- Y amante. FU. Esa es falsedad :
aunque no es tal , si me acuerdo
de que me dixo , que Dios
arrastraba sus afectos.
Dsm. Ay de mi infeliz 1 si quieres
ver que fue recato , presto
verás , que lo que te dixo
desmiente.
FU. El como no entiendo.
J)em. Pues porque lo entiendas , sabe,
que obligada de mi ruego,
(que aunque tu me pagas mal,
yo te sirvo como debo),
viene en seguimiento tuyo,
y te alcanzará muy presto,
■de mi informada , pues supe,
que encaminado al desierto
Un engaño te traía.
FU. Ni te escucho , ni te creo.
Pem. Válgame yo mismo. FU. Pues
engaño llamas al eco
de Dios ? Dem. Y satisfaráte
si la ves ? FU. Si hiciera ; pero
cómo st Teodora, que en Dios,
por lo que ella dixo , creo,
tengo de ver en mi busca?
Oem. De esta manera : Ea , infierno,
Vuelva su forma fingida
e darme este vencimiento.
^eoá. denl. Filipo ?
fm. Ella es quien te llama.
"• Conozco su voz , y temo
fiue la finjas. Dem. Pues tus ojos
•^^gan el examen cierto.
Bautista Diamante.
Aparece Teodora vestida de gala en apa-
rienda de tal disposición , que inmediata-
mente se encubra ; y por la otra parte sal-
ga vestida de Ermitana, y húnde-
se el Demonio.
FU. Jesús , valedme ! Teodora ?
Teoíí.Quien me nombra?Fí7.Mas, qué veo!
Dem- Huyo de este asombro. FU. Ya
te he conocido , Extrangero,
aunque tarde , pues al nombre
• de Jesús fuiste humo y viento.
Dime , penitente asombro,
pues que por el nombre mesmo
de Teodora respondiste,
si eres Teodora ? Teod. Al supxem*
amante Jesús pregunta
quien soy , que yo no me acuerdo
de mi , ya Dios dedicada,
lo que soy á Dios le debo;
pero su misericordia
es tan suma , tan Inmenso
su poder , que me ha mandad»
advertirte , que Extrangero
es tu mayor enemigo;
guárdate dél , pues te ha puesto
Dios donde puedas guardarte;
y no extrañes de mi acento,
que estos avisos publique
deberle á Dios , que es muy cierto,
que sus mas altos prodigios
revela á los mas pequeños.
Penitencia , penitencia,
Moyses. FU. De pasmo no aliento!
Cómo podré yo seguir
tus huellas ? que el grave peso
de mis delitos me aparta
la resolución , que emprendo.
Teod. Que llamado estás de Dios
se ve , ea que tienes suspenso
el torpe amor que tuviste :
sigue ese camino estrecho,
y hallarás á pocos pasos,
murada de verdes' fresnos,
una ¡nal formada cueva,
en cuyo obscuro bostezo
el santo Isidoro habita,
Ministro á quien en ei yermo
como Abad y como "Padre
los demás obedecemos :
búscale , y coa él consulta
tu intención , que en su coasojo
E/ 'Negro mas prodigioso.
hallarán fus confusiones
claridad y alivio á un tiempo.
Fil. LiO que me dices harCj
y después , para el exemplo
de mi emienda en mis errores,
a verte volveré , puesto,
que lo que me manda Dios,
y tu dices , es lo mesrao.
Teod. No hagas tal , que el torpe estilo
de aquel tu pasado afecto,
si no defiendes los ojos
con disimulado riesgo,
será mañoso enemigo,
que te labre estrago huevo.
FÜ. Pues mandas que no te busque,
veréte sin ti , pues puedo,
guardando para reliquia,
Teodora , el retrato bello,
que me norte de mi amor:
sirva , pues sirvió de obj’eto
á mi culpa tu retrato,
á mi devoción de exemplo:
mejor lugar le dará,
quando tu mudanza veo,
que e! templo de mi malicia,
de mi desengaño el templo.
Teod. En nada el discurso ocupes,
y si buscas el acierto,
la memoria de la muerte
despierte tu entendimiento :
considérame , Moyses,
como aquel triste esqueleto,
que me defendió de ti,
presume de ti lo mesmo:
mira que la vida es flor,
cuyo purpureo trofeo
á la brevedad de un soplo
reduce todo su imperio,
y que los dos tenemos
larga cuenta que dar de largo tiempo.f^ aS.
Fil. O verdad nunca creída!
© aviso el mas verdadero !
soplo es la vida , humo y nada,
y es lo mas que poseemos:
qué serán las vanidades,
las coronas y los cetros ?
si hay algo menos que nada,
qué vendrá a ser ese menos »
Nací prodigio , y crecí
prodigio , siendo mí esfuerzo
mal ocupado blasoa
de mis humanos trofeos.
Goberné Huestes , regí
Esquadrones , y soberbio
fui Rey j pero yo no soy
mas que un humano escarmiento»
En el espejo del mundo,
que es el engaño , vi llenos
de blasones mis aplausos,
de pompas mis devaneos.
Llamóme Dios a que viese
lo que soy , siendo el espejo
de su voz mi desengaño,
y soy un misero negro.
Teod. dent. Penitencia. FU- Ya,Teodor3,
me dispongo á tu consejo:
á Isidoro iré á buscar.
El Demonio atraviesa el teatro solrtum
agilita, y se oye ruido de tempestad.
Dem. No harás , porque yo primero
te embarazaré el camino,
turbando los elementos :
ciegue á una sombra otra sombra,
porque no logre su intento
el cielo ; pues si á Isidoro
hallas , el cansancio pierdo,
que tu perdición me cuesta.
Ea , airados comuneros
del abismo , contra el día
formad batallones negros.
FU. Ay de mi ! toda ia tierra
se obscurece , y todo el cielo
se viste de un caos confuso :
todo es pasmo , asombro y miedo ;
el poder de Dios me valga •'
De»-. No podrá , porque mi «fuerzo
ha de estorbar sus clemencias- .
P'ese u-n Angel en el ayre con v.na espa i
fuego , de suerte que se oponga
al Dernonio.
Ang. Detente , dragón soberbio,
y el camino n® embaraces
de ese arrepentido negro :
Dios , que á Isidoro le guia,
me manda estorbar tu intento.
Dent. Suspende , tén la amenaza,
que ya baxo , de ti huyen^®?
á que el abismo me esconda*^
Ang. Y yo á Dios dichoso ^vueiVO.^.^
Sube el Angel , y texa e. V
Fil. Ya la luz se serenó,
y ya el iuipeasado nesgo j
/ De Don J uan Bautista Diamante-
aue puso temor al día,
58 desvaneció en el viento.
j¡¡d. ¡Cent- Ya llegó el día , y no pued»
faltar vuestro ofrecimiento :
guiad la oveja perdida
al rebaño , Pastor bueno,
j?;/. Esta es la voz de Isidoroj
que quando por el acento
lo ignorara , conociera
que era suya por el ruego :
de esta obscura boca sale,
y no sé como me atrevo
i ponerme en su presencia,
quando ofendido le veoj
pero dame confianza
Dios , á quien ingrato ofendo,
y su piedad me tolera
demente ■, mas no es lo mesmo
Dios , que el hombre , porque Dios,
como sabe los secretos
humanos , conoce quando
le habla el arrepentimiento,
y el hombre que los ignora,
no está obligado á creerlo:
qué haré yo ? pero si Dios
me ha guiado , por qué temo ?
No sujetó mi osadía
Dios , y no me vió su acento
temblaría como á león,
sonando como cordero ?
Pues quien la dificultad
venció de darme á mi miedo,
todas las puede vencer,
y asi llamarle resuelvo,
que me siento fatigado
de mis delitos , y tengo
larga cuenta que dar de largo tiempo.
O tu , varón prodigioso,
dichoso huésped del centro
de esa inhabitable gruta.
Sale Isidoro-
ísid.Quien llama? Fil- Un humilde negro,
a quien manda Dios que acojas.
Isid-No eres tu Moyses? FU- El mesmo
soy , mi color te lo dirá,
que ya otra seña no tengo
de lo que fui , y e.sta guardo
para que sea desprecio
de los hombres y ios brutos,'
que aunque borrarla no puedo,
* poder , no la borrara :
pues quando me diferencio
tanto en las culpas de todo»,
a mi color le agradezco
que me señale , porque
nadie ignore mis defectos.
Istd- Gracias á vos , señor mió,
que llegó el dia en efecto:
tu eres aquel hombre malo ?
FU- Yo soy el que intentó fiero
matarte , el rigor fue mió,
pero el impulso fue ageno.
Isid- Yo mi ofensa te perdono.
FU- Yo fui el escándalo, el riesgo
de Memfis , y en altos montes,
perdiendo á Dios el respeto,
obstinado en mis delitos,
fui susto del pasagero,
siendo pasmo , siendo asombro
de robos y de adulterios.
No ha habido crueldad ninguna,
venganza , horror , ni despecho,
hurto , agravio , tiranía,
muerte , insulto , sacrilegio,
que yo no haya cometido
bárbaramente violento.
Isid. Por qué , si tu vida sé,
me la cuentas ? Fil. Porque quiero
que me oygas arrepentido,
lo que cometí resuelto.
Isid- Tu llanto , mas que tu labio,
sirve a mis ojos de acento,
que tu contrición explica:
O qué de envidia te tengo !
mucho cuidado me cuestas,
mas ya , hijo , te confieso,
que me has pagado : bendita
seáis , 6 señor eterno ! /
Dime lo que quieres mas.
Fil. Es , padre , lo que pretendo,
3 tus plantas arrojado,
humilde , rendido y tierno,
fervoroso , arrepentido,
y en mis lagrimas deshecho,
que en esta soledad santa
me admitas por compañero,
sea el que fuere , y tu esclavo,
dándome en un risco de estos
corta celda ó sepnitura,
donde en misero lamento
gima al compás de mi llanto
el largo afan de ais yerros.
D % Isid.
El Negro mas prodigioso.
Isid. Ves , Moyses , como es ser ma»
que Rey el hacer desprecio
de la vanidad del siglo ?
y ves como ordena el cielo,
que llegues al mas , que yo
te declaré ? FU- Ya lo veo.
Isid. Y también yo enternecido
lo he visto ; los dos lloremos,
tu , porque el tiempo perdiste,
yo , porque no le aprovecho.
Fil. 3i eso dices tu, qué hará
quien siempre ha vivido ciego ?
Isid- El Habito te daré,
y la Regla que profeso.
Alex. dent. Soldados , cercad el monte,
y muera el tirano fiero,
que es escándalo de Egipto.
I. Al valle, t. A! monte.
Jsid. Qué es esto ?
qué ruido es este ? Fil. Que
á mi me vienen siguiendo.
Isid. Pues dime, Moyses , tu temes ?
Fil. Y que me alcancen reielo,
por lo que á Dios he ofendido.
Isid. O grande ! 6 poder inmenso!
ya por vos es mansa oveja,
quien fue sin vos tigra fiero.
Fil. Mis delitos me acobardan.
Isid. Entrambos nos ocultemos
en mi cueva. Fil. Ya te sigo,
temeroso de mi mesmo. Vanse.
Salen marchando Leopoldo , Alexandro,
Marcela, Lidoro, Rufina y Soldados.
Leop. En vano de estos montes
fatigamos los pardos horiiontes,
tanto tienipo gastando
en buscar a este aleve.
Lid. Es cierto , quando
debieras creer , que despeñado al valle,
para poder matalle,
ios que ves le arrojamos
desde el risco, señor, que te enseñamos,
que imaginar hallarle es desacierto,
porque solo podrás hallarle muerto.
Mar.Qixi tal crueldad usase con Teodora !
Riíf. Yo la dexé , señora,
con Isidoro , como te he contado,
deipues acá no sé lo que ha pasado.
Sale el Demonio.
Detn. El esfuerio postrero
haceí con estos de »ú astucia quíeruy
veamos, pues (ya estoy desesperado!
ti aprovecha el ardid, quehe imaginad^
oygan su voz fingida,
y persuadidos á que tiene vida,
denle airados la muerte,
vengando mis desayres de esta suerte.
Alex. Qué hemos de hacer , Leopoldo, $1
ya es cierto,
que este traydor ha muerto ?
Leop. Qué hemos de hacer? vengar k
desventura
de Teodora , llorando su hermosura.
Fil. dent. En mi podéis vengarla , si atro-
vidos
me buscáis en el monte divididos
ó juntos, b esperadme, que en el llano
vereis que sale vuestro intento vano.
Leop. No es la voz de Filipo la queescucho?
Alex. Con la extrañeza y el asombro lucho;
pero yo haré : : : Leop. Detente,
y asegurarle nuestro enojo intente i
engaño fue su muerte , según veo.
Lid. Oygo su voz , señor , y no la creo.
Leop. Pues mi dolor la crea:
Alexandro , el valor que en ti se emplea
ha de ver mi dolor, venga á Teodora;
y pues ya nuestra pena se mejora
con tener , al perderla y al llorarla,
en quien poder vengarla,
quédate tu en el llano,
mientras yo subo ai monte , porque as
vano
de los dos el traydor librarse intente,
sígame la mitad de nuestra gente,
y quedese contigo
la otra mitad , no erremos el castigo
de este traydor , cuya tragedia clama
nuestro Rey , nuestra pena y nuestra
{a.ma.Fanse Leopoldo, Lidoro y otros.
Sale Gragea.
Grag. Jesús , y qué tentación !
miigeres aqui ? mal hayan.
Ruf. Hermano Gragéa , cuenta.
Alex. No es Gragéa? Grag. Cosa es c a
Gragea soy , no le ves ?
Marc. Tu no seguiste á mi herni®®*t
quando la robó Filipo ?
Grag. Pues esa fue mi desgraaa:
No be de consentir. Alex.
es cierto que entre estas altas
peñas se ocwlta Filipo?
Gr^g’
De Don Jusm Bautista Diamante-
, , Yo 00 5 ® visto la caía
íiiisinio tiempo ha,
''\á no sé donde anda :
í leedora sí que he visto.
l.,qné dices?
Vi, Ds espanta í
t- Que viste a Teodora ? Grag- Pues.
¿Hombre, qaando?Grflj.Esta mañana.
Pees no ia mató Filipo ?
,jf. Antes pienso que matar*
¡las niñas de sus ojos:
¡iia no solo está sana,
¡,j,o buena , y vese bien,
¡: que por les campos anda
itedicando penitencia,
i de verme a mi es tan santa^
pe ya imitarme pretende;
pero tal fue la enseñanza
pe hice en ella : ya se arroba,
y habrá dos ó tres semanas»
que a hacer milagros la he puesto,
j j los hace con tal maña,
' M ayer convirtió de un golpe
Í ii melón en calabaza,
if. Tu milagros ? embustero.
¡y. Quieres que te haga la cara
ie trigueña , blanca y rubia,
|T que te haga nacer barbas ?
«cf. A mi padre le llevemos
tía nueva. Álex- IlTe embaraza
¡í orden que rae dezó.
«?. ient. Aiezandro , mis pisadas
£jue con toda tu gente,
J ao quede tronco ó rama,
íae no examinemos todos.
Ea , Alexandro , qué aguardas ?
b. Ahora sí que iré , sepa
i dicha , Que duda el alma. Vast-
%■ Tu mira lo que has de hacer,
jorque si el viejo te halla,
>0 han de valerte embelecos,
Fito te la tiene jurada,
tj,- Pues por aué á mi ?
Porque fuiste
'“strumento en la desgracia
^ Teodora, y instrumento
.'o sa deshonor. Vass»
Ag rarda :
'^irjüiento , Rufinilla !
*¡0 es ilímarrce en substaacia
*^huete , y raléate 4 muado. ^
DenU I. Al valle.
s. A la cumbre. Otros- Ataja.
Grag- Este es el maldito viejo :
por entrambas partes marchan
hácia este sitio , qué haré ?
Aqui un arrobo me valga
para escapar del peligro.
Salen Leopoldo y Soldados-
heop- Examinad la montaña,
que no he de desar el monte
hasta lograr mi venganza.
I. Aqui está un santo varón,
que informarnos puede. Leop- Aguarda,
no le inquietes , que está puesto
en Oración , virtud rara i
I. Camaradas , será este
el Santo que el mundo aclama ?
Grag. No soy Santo , pero soy
quien de bonísima gana
te rompiera la cabeza.
Leop- Sobre el ayre se levanta
como arrobado. Grag. Pluguiera
al cielo , que me arrobára,
mas hoy no he bebido gota.
Leop. Qué vida tan sosegada !
I. Qué estará pidiendo al cielo ?
Grag. Que os dé á todos catarata»,
porque no me conozcáis :
ya los brazos se me cansan.
I. Con las manos toma el cielo.
Grag. Ser golondrina tomára,
para volar treinta leguas.
I. Yo he de ver en qué esto páras
él nos ha visto. 2. Es cierto.
Grag. Asi veas tu y tu alma :
He de fingir otro poco,
por ver si se van : ya escampa,
no sé si pida quarte! :
Jesús , qué malditas caras !
1. Yo determino picarle
con la punta dssta daga, Vicale,
para ver si este hombre vuelve.
Grag- Ay , qué infernales entrañas
de hombre i , qué te importa á ti
qi;e me vuelva b que me vaya ?
4. Yo voy llegando. Grag. Qué intentas,
maldito sayón ? mal haya
el padre que te engendró,
que me has pasado una nalga.
2. Señor , este es embustero.
Grag. No, sino gran Santo, Leo?,
Basta.
1
Grag. Vive Christo , que soy Santo.
I. Cómo volvió a la picada?
Grag. Porque soy blando de cutiá,
y era el ponzon mas de marca.
I. Señor , este es un ladrón.
Grag. Hermanito , con quien habla ?
Leop. Este es Gragéa. Grag. Pues yo
digo , que soy mermelada ?
Cáesele la bota,
I. La bota se le ha caído,
s. Miren si es-su virtud falsa.
I. Esta traías contigo ?
Grag. Jesús , qué ilusión tan vana l
á algún ángel se caería
de los que conmigo estaban,
j. Este es espía secreta
de Filipo. Grag, Ay , qué malvada
lengua de hombrelLeop-Pues prendedle,
porque de un potro á la instancia,
declare donde se oculta
el tirano que me agravia :
date a prisión. Vctse,
Crag, Qué es prisión ?
Llegad , gente excomulgada,
a prender al Ermitaño.
Embistenle , y él se defiende,
a.. Que todo esto es patarata.
<2. -Vive Dios , que se defiende.
Crag. Este Rosario es mi espada,
y estos pies son mi coleto.
I. Llegad, que a coces me mata.
Grag, Amigo , á los que me pican,
doy las bazas en patadas.
E. Por la espalda le he cogido.
I. Venga el ladrón.
Crag. Que me arrastran,
Padre Isidoro. Sale Isidoro,
Jsid. Qué es esto ?
3. Respeto infunden sus canas.
Este hombre llevamos preso,
que asi Leopoldo lo manda,
porque diga de Filipo.
Jsid. Ya yo sé la justa causa
con que su noble designio
le conduce á estas montañas :
busca en ellas aquel negro
para tomar dél venganza
por el robo de Teodora,
después que al Soltan las plazas
le ha vuelto con su valor,
que el negro tiranizaba.
El Negro mcts prodigioso.
a¡.
1. A esas causas acrecienta
la de que el traydor Monarca
le dió la muerte a Teodora.
Isii. En eso, amigo, se engaña
y asi le podéis decir, ’
que dexais en confianza
de mi palabra á Gragéa,
y que se vea mañana
conmigo en esta espelunca
que veis , que es mi rudo alcazan
decid que yo le pondré,
porque logre su esperanza,
con Teodora y con Filipo,
y que le da esta palabra
Isidoro. I. Habiendo oido
tu nombre , que el mundo ensalza,
conformes te obedecemos;
vamos. Jsid. Con vosotros vaya
el cielo. Grag, Amigos, á Dios. F®
Jsid. El hermano sin tardanza
vaya a pedir la limosna.
Grag. Benedicite , Deo gratias. Viti,
Sale el Demonio arrastrando a Filijt
Dern. Besa, esclavo vil,el suelo. Arraj»
Fil. Vil soy como hombre , y esclavo
de Dios , que de serlo me alabo.
Dem. Aun hablas ? Fil. Válgame elciiio
Dem. Al cielo llamas ?
Fil. Sí, bruto. De roáSt
Dem. Por qué le invocas, si airado
contra ti me ha permitido,
por sus ocultos arcanos,
que te ultraje y te castigue?
Vuelve otra vez arrojado
al suelo , y mis plantas besa.
Fil. No a ti , lucero eclipsado,
sino a Dios obedeciendo,
pondré en la tierra mis labios,
y aun mas quisiera abatirme
de lo que ahora me abato,
que si soy polvo , y la
es mi mas propio retrato,
reduciéndome a mi centro,
en nada mi sér ultrajo,
pues abrazando la tierra,
á mi mesma forma abrazo*
Dem. Mira qué dueño escogis.£«J
pues quando yo con aplausos,
pompas , triunfos y laureles
intenté ganar tu agrado,
él contigo riguroso-
De Don Juan Bautista Diamante.
de castigos tantos? Dem. Ha , señor , qné amor es_^est«,
,jr8 qué la amistad quieres
le quien te niega su ampare
j te entrega a mis rigores .
fea que estás condenado,
(¡lasfema dél. FU- Eso no,
(jíañoso áspid tirano,
lo que á mi me toca es solo
lentir mis culpas llorando,
coaocer que barro soy,
y que él es Dios soberano,
Gue soy de su mano tecEura,
* . I / T -rv* .
que
siendo él Dios , y yo barro,
t¡ sabrá lo que ha de hacer
je la hechura de su mano.
'(m. Blasón es de ^su justicia
castigar ai que es tan malo,
i!. También perdonó piadoso
las culpas del Publicano.
’kn- Ha , perro ! asi me respondes .
eres de bronce ü de marmol ?
cómo el ultraje no sientes
de mi rigor? Fu. He notado,
pe yo no soy el primero
á quien tu por el mandato
de Dios castigas. Dem. Tu quieres
compararte á Job? Fü. No hallo,
que el poder de Dios inmenso
ea nada sea limitado,
quanto quiere puede siempre,
su misericordia aguardo.
feiK. Ea , infernales Ministros,
pues en Dios confia tanto,
veamos como tolera
la. imitación de sus pasosí
arrastradle por la selva,
tiña con su sangre el campo,
coronadle de cambrones,
y á esa cumbre desde el llano
tea su exercicio siempre
lievar un lefio pesado.
Aunque mi vida se «caba,
espíritu confiado
se dispone á mas rigores :
saventa contra mi quanto
todo el rencor que me tienes
persus’diere irritado.
■t- Quitadle de mí presencia.
Moyses , por Dios padezcamos.
Vengan, ultrajes , señor,
alegre por vos los paso»
que tenéis á un vil gusano ?
*nas yo apuraré su aliento.
Sale Isidoro.
Isid. Espera , soberbio vano,
que ya las ultimas señas
de su vida va dexando
á tu rigor , qué le quieres ?
cómo excedes del mandato
de Dios ? Dsm. Dexame ( ay de mi ! )
pues quantas ofensas le hago,
quantos castigos le invento,
tantas coronas le añado. VaSSi
Isid. Eso sí , tu propia envidia
sea , infelice , tu estrago.
heop. dent. Amigos , seguid la fiera.
Isid. Pero qué voz : : :
Sale Teodora con el cabello susltg»
Teod. Tropezando
en mi limitado aliento,
pues me da tan poco amparo,
que apenas las plantas muevo,
vengo huyendo , padre amado,
desta gente que me sigue.
Jsid. No temas , que yo te guardo*
Salen Leopoldo y Soldados.
Leop. Aquí se ocultó la fiera.
Jsid. A buen tiempo habéis llegado,
porque mi palabra os cumpla.
Leop. Para eso os vengo buscando,
aunque ese asombro seguiaj
Tendrá Teodora el rostro cubierto con el
cabello.
pero es cierto que he extrañado,
que á Teodora me entregues,
quaisdo mi dolor tirano
muerta la vió. Isid. No llores,
que fue apariencia y engaño
del enemigo común
su muerte? el vivo retrato
de Magdalena mirad.
Teodora de rodillas.
Teod. Padre y señor , si mi llanto,
lavando tus píes , no e$ digno
de que escuches mis descargos,
presto te dará mi vida
venganza de tus agravios.
Leop. Tec-dosa? pero por mx
mis ojos te están hablando,
ya sé que no tienes culpa,
laas sé que soy desdichado:
4oíi,
El Negro
donde eí aleve tr'aydo)*
está , que causó mis daños ?
guiadme , Padre Isidoro,
á que vengue mis agravios
en un monstruo riguroso,
que honra y vida me ha robado.
Isiá. También ha robado el cielo.
Leop. Sigue , hija mia , mis pasos.
Teod. Perdona por Dios. Isid, Sí hará;
seguidme. Vass>
Leop. Teodora , vamos.
Teod. Id sin mi , padre , que el cielo
me llama á mejor descanso. Vanse.
Sale Filipo con una cruz al hombro, CQ~
roñado de espinas.
Fii, Ya , señor , obedeciendo
los secretos soberanos,
mi frente ciño de espinas,
mis hombros deste pesado
madero , y ya subo al monte,
aunque de aliento tan falto,
donde para triunfo vuestro
el espiritu he de daros;
pero mi esfuerzo flaquea
al leve peso que traygo;
Ay dulce Jesús ! si un tronco
me bruma la espalda tanto;
en vuestros hombros qué haria
el peso de mis pecados ?
Arrodillase , y salen dos Angeles,
Áng. I. Aqui tienes quien te ayude.
Ang. 2. Los dos te iremos guiando.
FU. O angélica compañia !
celestiales cortesanos,
ya con vuestro amparo siento
que es leve el yugo pesado:
nq merezco yo este alivio.
Ha de haber una forma de peñasco , adon-
de subirá Filipo, ayudado de los Angeles,
y donde , habiendo fix ado la cruz , tenderá
ios brazos ajustándose á ella , y la cruz
subirá alguna distancia desde
el peñasco.
mas prodighsó.
Ang. I. Fiza_ en aqueste
esta insignia vencedora
y pues se ha llegado el
de tu muerte , en ella triunü
del mundo y de sus engaños.
FU. O soberano madero ! °
Trono de Dios , dulces clavos
arpa de David , adonde ’
se entona el mas feliz canto;
admitid a un negro humilde, ■
qus en vuestros gloriosos brazo*
el aliento que le dió
vuelve á Dios.
Mus. á 4. Te Deum laudamus , &(;,
Sale toda la Compañía.
Isid. No oís celestiales voces ?
Leop. Ya las oygo , y elevado
en una cruz miro á un hombre,
y que es Filipo reparo :
válgame el cielo ! Isid. Pues oye,
Leopoldo , en estotro lado
otra divina armonía.
Vese en el otro lado á Teodora au
elevación de rodillas,
Leop. Qué miro !
Mus. á 4. Te Deum laudamus , &c.
Leop. Hija , Teodora. Alex. Qué veo!
Marc. Teodora? Leop. Inúndeme elllaaJ
Teod. Perdona , padre , a Moyses,
que si causó tus agravios,
fue ocasión de mis venturas.
Leop. Yo le perdono. Grag.Ay, que es Sil
el negro. Isid. Ya yo he cumplido
la palabra que os he dado.
Cubrense las apariencias con una coft*
y repitiendo la Música , se acét
la Comedia.
AIsk. y yo viendo este prodigio,
doy a Marcela la mano.
Isid. El cielo os haga felices.
Marc. Llega , Alexandro , á mis
Tod. Y tenga aqui ña dichoso
este prodigioso caso.
FIN.
Cois Ikencia. Barcelona. Por Francisco Sarlá y Bargade, Imp«s<*»
calle de la Paja.
A costas de la Compañia,